Hace tres lunas mal contadas, al Barça le llovían merecidos elogios por el 0-3 de Balaídos, conquistado contra viento (que había) y marea (lluvia torrencial) y otras circunstancias (medio partido con un hombre menos). Luchó para aguantar primero y sentenciar después, pero selló la semana de tres partidos ante el Sevilla, uno de esos rivales duros como el granito, y se quedó en empate. Ni físico ni frescura. Tampoco el cuadro andaluz. La última media hora del gran duelo de la jornada fue de supervivencia: no me peso las tabas, no cometo errores. No solo en el Barça-Sevilla: en todos los encuentros de la quinta jornada se notaron las miserias de una semana de tres partidos a estas alturas de la temporada:en 10 encuentros apenas se marcaron 17 goles, uno más de los alcanzados en dos duelos locos de la Premier: el United-Tottenham (1-6) y el Aston Villa-Liverpool (7-2).

las sensaciones
Los candidatos salen del primer parón del campeonato con sensaciones encontradas. El Real Madrid muestra la sonrisa del líder, pero Courtois tiene que parar demasiado para que valgan los pocos goles que se consiguen. El Barça acaba de empezar su transformación, y el parcial de 7-0 de sus dos primeros encuentros justifican un gesto satisfecho ligeramente torcido por el Sevilla, al que merece la pena añadir a la terna de candidatos. Tácticamente impecable, sólido y con una plantilla larga tejida con mimo y paciencia. Y el Atlético anda de bajón. Tocó los cielos con el 6-1 y de puro vértigo de sí mismo lleva dos empates a cero consecutivos, como si le diesen mareos cada vez que le dicen ‘favorito’. 

un penalti
No es fácil arbitrar, ni tomar decisiones controvertidas en el último suspiro de un partido, pero ojalá todos lo pusieran tan claro como Foulquier (Granada) arrollando a Perea (Cádiz) con 1-1 en el marcador. Que Alberola Rojas no lo señalase y que el VARno entrase ‘de oficio’ pertenece al terreno de la ciencia ficción. No todo va ser obvio y real en este ‘neofútbol’ sin público...