La arriesgada cotidianidad del alérgico alimentario

A. G. Mozo
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La asociación ABLAA lanza la campaña 'El día a día con alergia alimentaria' para concienciar a la población del riesgo que sufre un alérgico incluso en situaciones cotidianas como dar un primer beso

El beso de la anafilaxia

Un beso, un simple primer beso, puede ser mortal para un alérgico. Y no un mortal metafórico, por aquello del poético mal de amores, sino por algo tan real y peligroso como es una reacción anafiláctica, un shock que puede acabar con la vida de una persona con alergia en cuestión de minutos si no recibe un pinchazo de adrenalina. Una grave reacción del sistema inmune, que puede ser letal y que amenaza el día a día de los cada vez más alérgicos alimentarios.
Las ultimas estimaciones de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica hablan de que  habría un 13% de españoles con  algún tipo de alergia alimentaria, un problema que crece sobre todo entre los niños, a un ritmo medio de un 2% anual. En Valladolid, el primer censo alérgico elaborado por la Consejería de Educación al inicio del pasado curso, ya cifraba en cerca de 15.000 los alumnos que padecían algún tipo de alergia, de los que algo más de 4.000 sufrían alergia de origen alimentario.
Un problema creciente que se topa en demasiadas ocasiones con la falta de sensibilidad y, sobre todo, de conocimiento por parte de una sociedad que desconoce el riesgo de un primer beso para un joven alérgico o la diferencia entre una niña intolerante a la lactosa y una que es alérgica a la proteína de la leche. «Es una de las confusiones más  comunes y un error de este tipo, puede desencadenar graves consecuencias», explica Ana Isabel Rodríguez, presidenta de Ablaa, la Asociación Basada en la Lucha de los Alérgicos Alimentarios, una pionera y modesta organización radicada en Valladolid y que en 2020 se lanzó a por su primera gran campaña de difusión con los pocos recursos que maneja y que tuvo que paralizarse durante meses por la pandemia y ahora por la falta de financiación.

 

El beso de la anafilaxiaEl beso de la anafilaxia

 


El lema ‘El día a día con alergia alimentaria’ es el hilo conductor de una campaña cuyo objetivo es «concienciar y difundir qué es una alergia alimentaria y con qué se han de en el día a día los alérgicos alimentarios». Un proyecto que echó a andar en junio de la mano del chef Javi Peña, con un vídeo en el que el cocinero se encargaba de sensibilizar a sus colegas sobre la importancia de que un restaurante cuide estos aspectos y evite casos de contaminación cruzada de sus platos.

HOSTELERÍA

«Ese vídeo trataba de concienciar al colectivo de la restauración», recuerda Rodríguez, «informarles sobre cómo le limita socialmente  a un alérgico cuando acude a un centro de hostelería y las consecuencias de una reacción alérgica». Se elaboró de cara a la Semana Mundial de la Alergia y ahora se repescará en febrero, para así cerrar una primera trilogía de vídeos que esta asociación quiere aumentar  cuando consiga nuevas vías de financiación.

 

 

A finales de diciembre llegó la ‘microhistoria’ de dos gemelas, una intolerante a la lactosa y otra alérgica a la proteína de la leche, a través de las que Ablaa pretende explicar a la sociedad las enormes diferencias entre uno y otro caso; la primera hermana solo sufriría una indigestión por tomar un alimento con lactosa, mientras la segunda, la alérgica, podría llegar a morir de una anafilaxia. Un supuesto basado en un caso real de Mallorca en 2019, donde una niña murió tras tomar un helado sin lactosa en el comedor del colegio, siendo alérgica a la leche.

 

 

El segundo vídeo, difundido este mes de enero, es el de un adulto que, en el transcurso de una cena de amigos,  recuerda cómo fue su primer beso, aquel que le llevó a sufrir un shock anafiláctico porque la chica había consumido pistachos y ser él alérgico. Un vídeo en el que Ablaa recuerda que «las personas también pueden contener trazas de frutos secos» y que «se pueden transmitir incluso con un beso», explica la presidenta, que apunta que está también basado en el caso real de una chica de 20 años que murió tras un beso con su novio quien había ingerido cacahuetes. ‘Tu primer beso’ logró salir adelante gracias a una subvención municipal que no esperaban.
ALERGIA POR INHALACIÓN

«Y teníamos programado realizar otro vídeo cuyo contenido iba dirigido a la alergia en la edad adulta por inhalación, un tipo de reacción  desconocido para la mayoría de la sociedad, pero desgraciadamente, se ha visto frustrado por carecer de financiación para llevarlo a cabo», reconoce Ana Isabel Rodríguez, que lamenta la falta de ayudas que recibe la única asociación de este tipo de Valladolid y que comparte estos vídeos en sus redes sociales (ABLAA Alergias Valladolid). «¿No interesa la alergia alimentaria pese a ser un problema cada vez mayor en la población y pese a que puede aparecer en cualquier momento de la vida, que no siempre se nace con alergia?», se pregunta la presidenta antes de aseverar que «Ablaa seguirá trabajando para este colectivo que parece invisible». La asociación ya consiguió impulsar, con la Junta, la Guía del Alumnado Alérgico y sus socios cuentan con descuentos en La Tienda del Alérgico o  en La Despensa de Aitana.