El Recoletas Atlético Valladolid "no llega en su mejor forma" al retorno liguero, que se producirá este miércoles ante el Frigoríficos Morrazo en tierras gallegas, ya que el equipo cuenta con las bajas de Turrado y Álvaro Martínez y con varios jugadores tocados.
Es el caso de Adrián Fernández, que aunque se ejercita con normalidad aun no está al cien por cien y precisa rotación; de Diego Camino, quien sufre una molestia muscular, con lo que queda coja la posición de central; y de Arthur Patrianova, que ha vuelto renqueante de su participación en el Mundial con Brasil.
Lo ha explicado este martes, en rueda de prensa telemática, el técnico del equipo vallisoletano, David Pisonero, quien ha asegurado que, a pesar de estos inconvenientes, está contento con las sensaciones que han dejado las últimas pruebas ante el Ademar, antes de la reanudación de la liga. "Esta nueva pretemporada nos ha costado debido a las lesiones y al Mundial, que nos ha impedido entrenar juntos, pero la última semana hemos tenido fluidez en los entrenamientos y estoy contento con las últimas pruebas ante el Ademar, aunque me preocupa el nivel defensivo", ha reconocido en declaraciones que recoge Efe. Se ha buscado realizar "la misma planificación que al inicio de temporada" para ver si "da los mismos réditos", ya que el Recoletas Atlético Valladolid logró jugar a un gran nivel en los primeros encuentros de esta temporada, lo que le permitió ocupar plazas privilegiadas de la clasificación.
Respecto al primer rival de la segunda vuelta, el Frigoríficos Morrazo, ha destacado que "no es el equipo de otros años, sino que está muy trabajado, defiende de diferentes maneras, con diferentes alternativas, y pondrá el partido en un listón muy alto". "Sabemos de la importancia de este partido, de empezar bien, y estamos mentalizados, y también que será un partido duro, porque ellos son muy buenos defensivamente, con un 5-1 muy afinado, por lo que el objetivo ha de ser no perder balones ni dejar que nos marquen goles de contraataque", ha precisado el técnico vallisoletano.
Pisonero, como apasionado del balonmano, ha seguido muy de cerca la evolución de la selección española, cuya medalla de bronce "sí permitirá sacar rendimiento, porque se ha demostrado·, dijo, "que tenemos los mejores entrenadores del mundo y eso ofrece la posibilidad de trabajar con más empeño y llamar la atención de más niños". Ha reconocido que salió "muy enfadado" de la semifinal ante Dinamarca en la que España "no tuvo el mejor día defensivamente, ni fortuna, ni acierto", y ha lamentado el hecho de que "el sistema de siete contra seis se usa como antídoto ante la ausencia de recursos para atacar las defensas abiertas, lo que lastra a este deporte". "Se vio de manera clara con Dinamarca, que renunció a atacar el 5-1 y, aunque ganó de manera lícita, provoca un juego más pausado, con menos iniciativa, y quita belleza y plasticidad a este deporte. A España le perjudicó mucho, porque es un sistema por el que se ha apostado mucho y que ha dado muchos réditos. Tengo claro que debería desaparecer ese siete contra seis", ha opinado y analizado.