El Fundación Aliados se enfrentará este sábado, a las 18.00 horas en el pabellón Pilar Fernández Valderrama, al Bidaideak Bilbao, el rival más potente de la liga, que se ha postulado como firme candidato al título tras arrollar en la anterior jornada a Ilunion, por lo que los vallisoletanos deben asumir este nuevo reto mentalizados y dispuestos a imponer la misma intensidad que el contrario.

El conjunto morado es consciente de la dificultad de sorprender a un Bilbao que mantiene el bloque de temporadas anteriores, lo que le permite jugar muy coordinado y organizado, aunque cuente con un nuevo entrenador, sobre todo, gracias a la dirección de Asier García, un líder dentro y fuera de la cancha, que lleva el ritmo de su equipo, es el máximo asistente de la liga, uno de los máximos reboteadores y también un gran anotador. Se añade Jordi Ruiz, un jugador “muy completo”, según el técnico vallisoletano, José Antonio de Castro, “muy efectivo en los lanzamientos de tres y de media distancia y muy rápido”, al igual que Mouriz “otro jugador muy veloz y buen tirador”, y que el colombiano Jhon Hernández.

Pero lo más peligroso del Bidaideak Bilbao es su intensidad defensiva, en muchas ocasiones, al límite de lo permitido, la presión que impone y su velocidad, que le permite romper los partidos de manera temprana, por lo que el objetivo ha de ser igualar ese ritmo de juego y esa seriedad en defensa, para tratar de tener opciones de lanzamientos cómodos.

Además, el Fundación Aliados debe evitar al máximo las pérdidas de balón, que tanto le está penalizando, y hallar el equilibrio necesario ante la ausencia de Omid Hadiazhar, su referente ofensivo, que obliga a algunos jugadores a dar un paso adelante, ya que además, este partido se volverá a jugar sin el apoyo de los aficionados, debido a las medidas restrictivas en la lucha contra la Covid.