La crisis de materias dispara un 22% el coste de las obras

SPC
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La recuperación del sector también se ve amenazada por el desabastecimiento de materiales y la falta de mano de obra, lo que ha obligado a cuatro de cada diez empresas a cancelar o paralizar sus obras

Construcción de un edificio en la ciudad de Burgos. - Foto: Patricia González

El alza exponencial del precio de las materias primas en los últimos meses, que ha disparado por encima del 22 por ciento el coste de las obras, así como el desabastecimiento de ciertos materiales, está afectando de lleno a las empresas de construcción de Castilla y León y están poniendo en jaque la recuperación de un sector que en la Comunidad cerrará 2021 con un crecimiento cercano al cuatro por ciento y que para 2022, según las previsiones de Unicaja Banco, se convertirá en uno de los motores económicos de Castilla y León con una subida por encima del seis por ciento. Este desorbitado incremento, que en el caso de la madera ha sido de un 125 por ciento en los últimos tres meses, de un 68 por ciento en la piedra y de 63 por ciento el cobre, unido a los retrasos en la entrega de materiales ha obligado a cuatro de cada diez empresas a cancelar o paralizar sus obras, según un estudio de la Confederación Nacional de la Construcción.

Además, para el presidente de la Confederación Castellano y Leonesa de la Construcción, el leonés Javier Vega, otros factores que pueden seguir lastrando la recuperación del sector son el incremento del coste de la energía y la escasez de mano de obra. En este sentido, se lamenta de que la construcción continúe teniendo un «auténtico problema» al ser incapaz de hacer atractivo el sector para los jóvenes, a pesar de su rentabilidad y de unas positivas proyecciones de crecimiento que se verán reforzadas con la llegada de los fondos europeos de reconstrucción.

No obstante, Javier Vega considera que el alza de precios se acabará regulando y recalca que en estos momentos no conviene crear una situación de pánico, dado que lo único que podría provocar sería una acumulación de materiales y movimientos especulativos. «Ahora lo que se requiere es sensatez y alejarnos del sensacionalismo», aseveró. 

En este sentido, el presidente de la patronal castellana y leonesa, argumenta que la actual situación está motivada por el parón de muchas fábricas durante la época más dura de la pandemia y por el incremento internacional de la demanda, en especial por parte de China, Estados Unidos y Europa.

«No estamos ante una carrera sin final. Al final el mercado acabará regulándose, aunque, sin duda, quedará un resto de subida. Cuando al libre mercado se le fuerza en un sentido o en otro reacciona con virulencia, pero la ventaja es que se regula solo y siempre vuelve», asevera, a la vez que explica que las previsiones indican que en el segundo trimestre del año la situación de los mercados internacionales, en lo referente a la construcción, se normalizará.

Menos optimista se muestra el director técnico del Instituto de la Construcción de Castilla y León, Romero Salvachua, que no ve en el corto plazo que se produzca un freno a esta «deriva» de incremento de los precios. Por el contrario, considera que el desabastecimiento de materiales no parece que vaya a ser un problema que comprometa la ejecución de las obras, «tal y como se puso de manifiesto recientemente en el III Congreso ITE+3r celebrado en Ávila por parte de los representantes de las principales asociaciones de fabricantes de productos de construcción».

El precio de mover un contenedor en barco pasa de 2.000 a 18.000 euros

El presidente de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, Enrique Pascual, también se muestra especialmente negativo sobre la posibilidad de que la crisis de precios se solucione en el corto plazo.En este sentido, reconoce que no espera solución al problema del alza de precios de las materias primas debido los problemas del transporte y la logística. Así, explica que el coste de mover un contenedor en barco ha pasado de 2.000 a 18.000 euros, problema que se une a las dificultades de la distribución por la falta de camioneros. «La vida se abre paso y la economía encontrará una salida», afirma, pero recalcó que el escenario es «muy incierto» dado que continuará la tendencia alcista en los precios y la falta de materiales. Por ello, hace un llamamiento para que se apoyen a las empresas de la construcción porque: «El bosque no crece con facilidad», sentencia. 

Medidas jurídicas para dar soporte a las obras que se están ejecutando

Enrique Pascual, por otra parte, confía en que antes de fin de año el Gobierno apruebe un real decreto para regular un sistema de revisión de precios en los nuevos pliegos de contratación. El problema, según explicó, surgió cuando a través de la Ley de Desindexación de la Economía, aprobada por el Gobierno del PP, se eliminó este mecanismo. Durante los últimos años, debido a que la inflación estaba controlada, no se generaron problemas, pero con la actual subida la ejecución de las obras se ha complicado.

A su vez, Pascual explica que los contratistas solicitan a la administración que adopten algún tipo de medida jurídica para dar soporte a la intervención en las obras que ya se están ejecutando. En estos casos, según indicó, «el contratista puede justificar una paralización de obras y pedir una compensación, aunque existe un pequeño margen, o plantear un modificado, pero es complicado que se admita por una subida de precios». 

Mientras tanto, Javier Vega vaticina que esta situación, en el caso de las obras privadas, provocará un incremento de la litigiosidad en los juzgados, dado que muchos clientes no quieren asumir este incremento de costes, «pero, por el contrario, nadie puede obligar a una empresa a que se arruine». 

En la misma línea se pronuncia Romero Salvachua, que asegura que se van a producirse numerosos conflictos: «Lógicamente las empresas no pueden asumir estos sobrecostes y será necesario establecer mecanismos de flexibilidad y de revisión de precios que hagan viable la ejecución de los contratos».