Pueblos donde no se puede hablar por teléfono o ver la tele

R.G.R
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Los vecinos de los pueblos más pequeños se resignan a no coger cobertura, tener que contratar un operador concreto y pagar precios «elevados» porque es el que funciona. «No te queda más remedio, no hay más».

Inma Fernández ni siquiera puede poner dibujos animados a su hijo en cualquier dispositivo porque no le llegan los datos, y se cortan y se paran continuamente. Su marido, aficionado a jugar a la consola, tampoco puede hacerlo por falta de conexión. - Foto: Jonathan Tajes

Los alcaldes lo tienen claro. Han tocado puertas y más puertas, han mantenido reuniones con buenas palabras y promesas, pero al final no se han cumplido. Y, mientras, los vecinos de las localidades de menor tamaño se resignan a no poder disponer de internet, hablar de forma normal por sus teléfonos móviles o ver sus programas de televisión preferidos. Aunque pueda parecer mentira para los habitantes de las grandes urbes, no todos los ciudadanos pueden ver todos los canales de televisión en el medio rural en pleno siglo XXI. 

?No es un problema nuevo. Los vecinos más longevos de estos municipios no han conocido otra situación. El último estudio elaborado por la Diputación pone de manifiesto que 32 pueblos carecen de banda ancha, 27 más no disponen de 4G, 16 no ven ningún canal de TDT y otros 32, los canales autonómicos.

«Nosotros llevamos teniendo problemas mucho tiempo, no hay forma de cambiar», recalca la vecina de Velilla, Olga Fernández. Tiene dos hijos de 15 y 17 años, que necesitan trabajar con sus ordenadores para hacer los deberes del instituto. Ella ha contratado el 4G de Orange con 60 gigas. «No hay otra forma». Pero no es ni mucho menos suficiente. «Se corta y enseguida lo consumen con sus deberes y luego tengo que contratar más y más. No es justo. Encima no podemos hacer nada porque se corta y se acaba enseguida».  Su hermana Inma tiene un doble problema debido a la ausencia de internet. Por un lado, en casa. «Estoy igual, no se puede hacer nada, ni poner los dibujos animados a mi hijo pequeño». Pero por otro lado, necesita internet para trabajar. «Gestiono el Motel La Siesta en Villamarciel y necesito el ordenador para abrir y cerrar las habitaciones con un programa, pero muchas veces no puedo hacerlo». 

Luis Miguel Rodríguez, como la inmensa mayoría de los habitantes de Wamba, tiene problemas para ver algunos canales de la televisión. Luis Miguel Rodríguez, como la inmensa mayoría de los habitantes de Wamba, tiene problemas para ver algunos canales de la televisión. - Foto: Jonathan TajesEl problema del pueblo no es nuevo, pero los vecinos no se resignan. Quieren una solución. «Llevamos así muchos años y aquí nadie solventa nada», reconoce su alcalde, Carlos Fernández. Su pueblo es uno de los peor parados, ya que además de internet tampoco tiene «mucha cobertura» de teléfono y está dejando de ver el paquete de canales de Atresmedia. «Tenemos un poco de todo», reconoce resignado. 

Por corros. Evidentemente, Velilla no es el único municipio con estos problemas. «Nosotros llevamos así mucho tiempo», apunta el alcalde de Ciguñuela, Alberto García, quien indica que en el pueblo hay cobertura «a corros». En algunas zona no y en otras sí y dependiendo de la compañía. «No todos los vecinos tienen lo mismo». 

El problema de la telefonía se extiende por amplias zonas de la provincia a pesar de que durante el último lustro se han instalado nuevos repetidores. La mayor parte de los municipios más pequeños debe conformarse con un único operador y pagar unos precios más elevados por la falta de competencia. «Nosotros con Movistar estamos un poco mejor, pero con  las demás tenemos problemas», aclara el alcalde de Berceruelo, Álvaro Casares.  Una vecina, Amparo Pastor confirma que con Orange han tenido una temporada «muy buena», pero que actualmente «no puede hablar en el pueblo. «Pusieron una antena y decían que la iban a quitar, pero desde entonces no podemos hablar». Ángel Pérez lamenta que en su propia casa no puede recibir ni hacer llamadas. «Es como si el teléfono estuviera apagado». Sin embargo, explica que cuando sale del casco urbano a menos de cien metros ya puede hablar como si estuviera en Valladolid. 

Ángel Pérez se dedica a la ganadería en Berceruelo. En su casa, en la Plaza Mayor, no dispone de cobertura, como si siempre estuviera su terminal apagado. Sin embargo, cuando sale del casco urbano habla con total normalidad.Ángel Pérez se dedica a la ganadería en Berceruelo. En su casa, en la Plaza Mayor, no dispone de cobertura, como si siempre estuviera su terminal apagado. Sin embargo, cuando sale del casco urbano habla con total normalidad. - Foto: Jonathan TajesMarcelino Casares, sin embargo, no tiene problemas dentro del municipio, su compañía es Movistar, pero cuando sale a dar un paseo, se queda sin cobertura. «En cuanto subes al páramo fuera, ya no tengo».

 Casi peor que no tener teléfono es no poder ver la televisión en casa. En 16 municipios ocurre esto. «A nosotros nos llegaba la señal de Valladolid e instalamos un nuevo repetidor en el pueblo, pero se estropea los días de tormenta y tenemos que llamar a la empresa. Son los programas digitales que nos dan muchos problemas y en la parte baja del pueblo no se ven», comenta el alcalde de Trigueros del Valle, Pedro Pérez. 

Luis Miguel Rodríguez es el alguacil en Wamba. «Algunos canales se ven regular y otros directamente no se ven». La mayor parte de los vecinos no pueden ver los canales autonómicos debido a los problemas de recepción. «Hemos estado así toda la vida, yo creo que nunca se han visto». Andando por las calles, los vecinos explican que no han visto nunca esos canales. «Me parece que solo hay uno que sí lo coge, debe ser porque tiene la casa en un alto o algo así», reconoce Rodríguez. Los vecinos al menos están de enhorabuena en cuento a internet. Les acaban de instalar la fibra óptica, aunque solo pueden hablar por teléfono con Movistar. 

Una situación que parece surrealista, pero que es la tónica general de los pueblos más pequeños.