Los productores de frutos secos buscan una marca de calidad

SPC
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El Instituto Tecnológico y Agrario de la Comunidad subraya la importancia de aumentar el número de hectáreas de cultivos leñosos como alternativa al secano

Almendros en flor en la provincia de Burgos, uno de los cultivos que más ha crecido. - Foto: Patricia González

Los productores de frutos secos de Castilla y León prevén aunar esfuerzos para conseguir a medio plazo una marca propia para comercializar pistachos, nueces y avellanas bajo un distintivo de calidad. A pesar de que la producción de frutos secos ha crecido de forma exponencial en la última década, todavía es necesario aumentar las hectáreas a cultivar para conseguir que España deje de ser deficitaria respecto a este cultivo. Alrededor de un centenar de productores participó en una jornada en torno a los frutos secos como cultivos alternativos en Castilla y León y su potencialidad en la Comunidad.

El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), a través de la Red de Innovación Rural, y las fundaciones generales de las universidades de Burgos, Valladolid, León y Salamanca, organizó esta jornada en la que se abordó las opciones de cultivo de frutos secos como alternativa viable en Castilla y León y su potencialidad. La mesa contó con especialistas además con la experiencia en el cultivo de frutos secos y modelos de negocio de empresas de la Comunidad.

El técnico de Agromillora, Ignasi Iglesia, uno de los viveros más importantes de España, señaló que para que Castilla y León se convierta en una de las comunidades líderes de producción de frutos secos es «básico» comercializarlo de forma eficiente, bajo una marca global de frutos secos de España. «En mi opinión, creo que es más interesante buscar una sinergia común. No se trata solo de vender las particularidades del producto, su funcionalidad, sus vitaminas y su fibra, sino organizar bien al sector desde que inicia la plantación del vivero, para que sea lo más productiva y sostenible posible hasta que lo pone en el mercado bajo un sello de calidad». 

El gerente de bodegas Fariña, Manuel Fariña Pérez, que cuenta con una plantación de almendro en superintensivo en Moraleja del Vino (Zamora) detalla a Ical, que actualmente vende a granel las almendras zamoranas, pero aboga por la unión de los productores para conseguir una indicación protegida que de salida a una producción de calidad. «Creo que es a eso a lo que hay que aspirar. Debemos mirar el ejemplo de lo que ha pasado con las nueces de California, que han conseguido posicionar su producto por realizar un buen trabajo de marca», indica.

Coincide en esta opinión de vender los frutos secos castellanos y leoneses bajo una denominación de calidad el técnico de Acor, Adrian Jiménez, quien cuenta en Carpio (Vallladolid) con una plantación de pistachos. Al respecto, añade que Castilla y León tiene un alto potencial para el cultivo no solo de pistachos sino de nueces y avellanas, y agrega que la cooperativa para la que trabaja ya tiene previsto comenzar a comercializar su propio producto sin intermediarios de por medio.