Los presupuestos de los clubes bajan entre el 20 y el 30%

M.B
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Los clubes deportivos de Valladolid mantienen la incertidumbre del inicio de la pandemia. Casi la mayoría recurrió a un ERTE que ahora mismo ya han levantado

Pabellón Polideportivo Huerta del Rey. - Foto: ASOBAL

Incertidumbre. Es la palabra más repetida entre los clubes deportivos de Valladolid. Casi como en la mayoría de los sectores de la sociedad. Pero en el deporte con algún handicap añadido, como que la mayor parte sobreviven gracias a las subvenciones municipales o por las aportaciones de patrocinadores y, en algunos casos, por las cuotas de abonados/socios y jugadores de las categorías inferiores (paralizadas por el momento).
El Día de Valladolid ha preguntado a algunas de las principales entidades deportivas de la ciudad y provincia cómo superaron el parón competicional y cómo se verán afectadas sus actividades a partir de ahora, en una semana en la que parece que el regreso del deporte no profesional está más cerca, con la recomendación (no obligación) del CSD de realizar una PCRa todos los participantes al inicio de las competiciones y aforos que decidirán las comunidades autónomas y que podrán permitir hasta 500 personas en espacio cerrado y 1.000 al aire libre.
El denominador común en todas las entidades deportivas es la reducción de sus presupuestos, que aún no están cerrados por esas incertidumbres, y que rondan entre el 20 por ciento de clubes como el Atlético Valladolid (sobre un global de 600.000 euros); el 30%, en el caso de VRAC o El Salvador; o incluso el cincuenta, como el Valladolid Tenis de Mesa. En el lado opuesto se sitúa el nuevo Real Valladolid Baloncesto, que ha aumentado la partida destinada a su plantilla en un 25 por ciento y que se ha visto beneficiado por su acuerdo con el principal club de la ciudad, ese Real Valladolid.
El mal llamado deporte minoritario, donde se encuentran CPLV, Valladolid Club de Esgrima, Boxeo Valladolid, Rolling Lemons, Cisne... tratará de subsistir gracias a esas aportaciones de las instituciones y a sus patrocinadores, ya que la mayoría han seguido a su lado. 
Los ERTE han sido otro de los salvavidas del deporte. Salvo Parquesol, CB La Flecha, Boxeo Valladolid, Atlético Tordesillas, BSR Valladolid y Cisne, el resto se acogió a ellos y en algunos casos aún mantienen a algunos trabajadores, sobre todo técnicos encargados de una base que aún no ha podido comenzar a trabajar.

La covid

La pandemia marcó el final de la pasada temporada y marca el inicio de la presente, con dudas en la mayoría de los clubes sobre su futuro. «La pandemia nos está condicionando absolutamente todo, tanto lo deportivo como lo extradeportivo», resumen. A falta de protocolos, solo ha comenzado una Liga regular, la Asobal (Atlético Valladolid); esta semana arranca otra, la Liga Guerreras Iberdrola (Aula); y en dos lo hará una tercera, la División de Honor Plata (Hand Vall). Las tres de balonmano. Rugby (VRAC y ElSalvador) no tiene fecha cerrada; hockey (CPLV), baloncesto (Real Valladolid y CB La Flecha) y baloncesto en sillas de ruedas (BSR) parece que comenzarán en octubre, como el fútbol nacional (Parquesol) y el regional (Tordesillas). El boxeo está paralizado; el piragüismo (Cisne) arranca en febrero; el tenis de mesa (Valladolid TM) baraja octubre o enero; el patinaje (Rolling Lemons) ya ha podido comenzar de forma individual; y la esgrima (VCE) está a falta de calendario. En la mayoría de los casos las normas son iguales: los clubes con deportistas de elite o con contrato pueden entrenar –aunque en la capital, con las restricciones de estas dos semanas, hay dudas de cómo–. Habían comenzado ya casi todos de forma global o individual con sus primeros equipos, salvo CBLa Flecha, BSR Valladolid y Boxeo Valladolid.
Patrocinadores

A la espera de recibir todas las subvenciones, uno de los paraguas de los clubes está en la empresa privada. En Recoletas, Caja Rural, Munia, SilverStorm, Quesos Entrepinares, Alimentos de Valladolid, Comercial Ulsa, Vasa Arroyo o Cdo... que en los últimos años han dado nombre a esos equipos. Todos siguen, aunque hay pequeños apoyos que no podrán continuar ayudando al deporte. «Hemos perdido patrocinadores, sobre todo aquellos que son medianas y pequeñas empresas, que están al igual que el club muy justas en sus cuentas».

Cantera

Uno de los caballos de batalla de todos los clubes de Valladolid. Solo VRAC, El Salvador, Atlético Valladolid, Aula, Hand Vall, Parquesol y CPLV cuentan con cerca de 3.000 chavales en su base; a los que hay que unir los de los clubes de baloncesto, la escuela del BSR o las de Tenis de Mesa, Esgrima, Piragüismo, Boxeo... sin contar los cientos y cientos de jugadores que tienen los clubes de fútbol. Su actividad sigue parada. Y en muchos casos, las cuotas de esas familias mantienen a los clubes a flote.

Campaña de socios

Salvo el Balonmano Aula y el Atlético Valladolid, el resto aún no ha lanzado su campaña de abonados o socios. Los gladiadores azules han logrado la renovación de mil. VRAC y ElSalvador trabajan en presentar muy pronto la suya; como hará en breve el Real Valladolid Baloncesto. El CPLV, sin embargo, ha decidido, a tenor por el límite en los aforos, no sacarla de momento. BSR o Hand Vall (este año como novedad) cuentan con carnés de colaboradores;mientras que Tordesillas y CB La Flecha sacarán campaña en función de la capacidad que les permitan.

Futuro?

En el apartado económico, los clubes deportivos de Valladolid solo hablan de supervivencia y mantener en pie las entidades. En el deportivo, nadie se plantea objetivos más allá de que arranquen sus competiciones. En el institucional trabajan, sin colaboración de la Junta (se quejan algunos) y con ayuda de los Ayuntamientos en tema instalaciones, en los protocolos para volver a la ‘normalidad’ en sus actividades diarias: al menos en lo que se refiere a los entrenamientos.