Toma la Palabra organiza un foro sobre macrogranjas

D. V.
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En el encuentro se analizará qué supone la implantación de estas explotaciones de porcino en los entornos rurales

El Grupo Toma la Palabra organiza para este jueves, 11 de marzo, a las 19.00 horas, un encuentro online en el que se pondrá el foco en la proliferación de macrogranjas en la provincia de Valladolid.

La expansión de la ganadería porcina intensiva se intensificó en el último lustro, con grandes explotaciones que, en muchos casos, sustituyen a las pequeñas. ‘Macrogranjas: ¿futuro o hundimiento de nuestros pueblos?’ será el título de la conversación, en la que se analizará, por ejemplo, qué supone la implantación de macrogranjas para los entornos rurales, así como otras alternativas de desarrollo rural. La misma podrá seguirse a través del canal de You Tube de Tu Pueblo Toma la Palabra. 

Participarán en el encuentro la exsenadora por Izquierda Unida y portavoz de la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación entre 2016 y 2019, Vanessa Angustia; director de la consultora ambiental A21soCtenible (que desarrolla proyectos de, por ejemplo, educación ambiental, evaluación y diagnóstico social y economía circular y sostenible) José Luis Yustos; la concejal de Toma la Palabra en Viloria, Emilia Román,, e Isidro del Campo, responsable de cultivos herbáceos de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos y de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL). Moderará la conversación la portavoz del Grupo Provincial Toma la Palabra en la Diputación de Valladolid y alcaldesa de San Pelayo, Virginia Hernández.

“En los últimos años ha habido un crecimiento sin precedentes de la ganadería porcina intensiva en la España vaciada”, explica Hernández en un comunicado, en el que añade que el hecho ha provocado un intenso y complejo debate en los pueblos y un fuerte movimiento de oposición.

“Se debe establecer un diálogo tras el que podamos afirmar, después de un importante análisis, si las macrogranjas son garantía para nuestros pueblos, porque crean puestos de trabajo que pueden fijar familias al territorio, o si, por el contrario, los daños colaterales provocados por esta industria expulsan a las familias para no volver jamás”, argumenta.