La ‘nueva normalidad’ tendrá que esperar por ahora. La Junta se ha visto obligada a interrumpir el ritmo de desescalada y paralizar el que iba a ser el paso definitivo para dejar atrás las últimas restricciones del ‘semáforo covid’ en este arranque de julio. Los fuertes repuntes de los contagios que se están dando sobre todo en el grupo de 16 a 29 años han empujado al Gobierno regional a optar por la máxima cautela hasta comprobar si la vacunación y los mensajes de prudencia le pueden ganar la partida a una nueva ola del SARS-CoV-2.
Valladolid ya vivió algo parecido a mediados de mayo, a resultas de la reapertura hostelera, el puente de San Pedro Regalado y el inicio de la desescalada. Una especie de quinta ola vallisoletana que llevó a la provincia a saltar hasta un pico de incidencia acumulada de 176 en el arranque de junio y que ahora, tras un mes en caída libre, lleva un par de días sufriendo un rebote de proporciones desconocidas, tras pasar de los 68 casos por 100.000 habitantes que había el martes a los más de 100 con los que se llega al fin de semana.
Junio se despide con 1.303 casos positivos en toda la provincia, más del doble del mínimo recomendado para situar la IA 14 días por debajo de esa tasa de 50 por 100.000 que se ha fijado como la ratio para dar por controlado el virus; cinco veces más de lo estipulado para acceder a la fase de ‘nueva normalidad’ (25) que se esperaba para este primer viernes de julio.
Números esperanzadores en los que aún resisten ocho de cada diez municipios de la provincia, pese a los repuntes de la pandemia de los últimos días. 189 de los 225 (el 84%) de los pueblos reportan ya cifras de ‘nueva normalidad’.
78.000 LIBRES DE COVID
Zonas libres de covid en las que empieza a haber cada vez más localidades de un mayor tamaño, donde es más difícil evitar la entrada del virus. La más poblada de la provincia es por ahora Peñafiel, donde llevan al menos una semana sin declarar nuevos positivos, al igual que pasa en Medina de Rioseco, Santovenia, Pedrajas de San Esteban, Alaejos, Mayorga, Matapozuelos, Rueda, Portillo, Villalón... En total son 202 los pueblos que estrenan julio con la IA en ‘nueva normalidad’, donde viven más de 78.000 personas.
En el lado opuesto se encuentran los más de 440.000 vallisoletanos que residen en alguno de los 23 municipios en que aún circula el coronavirus y han reportado algún positivo en la última semana, pese a moverse en distintos niveles de alerta.
Fuera de la ‘nueva normalidad’ hay 36 localidades, donde viven el 85% de los vallisoletanos y, como es lógico, son vecinos de la capital y su alfoz de forma mayoritaria, aunque también aparecen en esta lista algunos como Geria, Mota del Marqués y Valoria la Buena. En cualquier caso, los que ofrecen un comportamiento más negativo son Renedo, Simancas y Nava del Rey, con tasas superiores a 200 casos por 100.000; La Seca y Zaratán también están en nivel ‘alto’.
como la capital. El grueso de los vallisoletanos, más de 391.000 personas, viven en zonas de riesgo ‘medio’ de contagio, con tasas de entre 50 y 150 puntos. Allí están los casi 300.000 de la capital, los 23.000 de Laguna, los 20.000 de Arroyo y Medina, los 8.000 de Tudela, los 5.000 de Cigales... Fuensaldaña, Quintanilla, Boecillo, Villanubla, Carpio, Fresno y Traspinedo cierran la lista, a la espera de la evolución y de su capacidad de resistencia.
Algunos saltarán al nivel ‘alto’ y otros caerán ya al nivel ‘bajo’(de 25 a 50 casos por 100.000), donde están otros 28.000 vecinos de la provincia: Íscar, Olmedo, Cabezón, Mojados, Aldeamayor, Pedrajas de San Esteban y Viana.
Ratios que la provincia anhela y de los que parece alejarse, ya que la tasa global de Valladolid no está por debajo de 50 casos por 100.000 desde el 6 de agosto de 2020, cuando empezó a destruirse aquella primera versión de la ‘nueva normalidad’.
Días en los que se anotaban una media de 17 positivos por jornada (en junio han sido 43 y durante los últimos días ha subido a 73), en los que había nueve covid ingresados en planta (21) y tres en UCI (ocho en este momento).