La lista de espera quirúrgica se ha vuelto a disparar en los hospitales de Valladolid, en un pésimo final de 2019 que les ha situado en cifras peores a las de hace un año, con casi mil pacientes más a la espera de pasar por quirófano, superando de nuevo los siete mil; y con más de dos meses de demora media (65), tras una subida media de diez días en solo un año. Así, la lista de espera se incrementa un 12,4% en los tres centros, un par de puntos más que en el conjunto de Castilla y León, donde hay más de 35.000 personas en espera.

Repuntes que son todavía más acusados en el caso de la lista de espera estructural (en la que no se incluyen pacientes transitoriamente no programables ni todos aquellos que rechazaron su intervención en otro centro), ya que ahí la subida se va hasta el 30%, en proporción idéntica a la del conjunto regional; sube de 4.664 a 6.075, a razón de 588 más del Clínico (que tiene 2.581 pacientes en lista de espera), 501 del Río Hortega (2.821) y 322 del Comarcal de Medina del Campo (673).

Precisamente, el actual equipo de la Consejería de Sanidad pone el acento sobre esta lista, en vez de sobre la total como hacía el equipo anterior, para «conocer mejor que nunca la realidad de la sanidad de Castilla y León, que es el primer paso para mejorar su situación», tal como argumenta el gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel, quien ya ha lanzado una primera receta que pasa por «generalizarse el uso de quirófanos por las tardes».

Un plan de choque que llegaría en 2020, pero que todavía no tiene fecha de inicio, según las fuentes consultadas por este periódico, hasta el punto de que en los dos hospitales se continúa trabajando por el momento bajo los mismos parámetros de 2019 y años previos.

Sacyl efectúa 38.000 operaciones cada año en Valladolid, de las que 5.000 son del turno especial de tarde y 1.440 se envían a centros privados bajo conciertos.