"Cuando vi que había tocado, se desató la locura"

D.V.
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Eduardo Jiménez vende la mayoría de los décimos agraciados entre clientes habituales del bar y se muestra "eufórico" al ser también propietario de uno de los boletos del 44469

El bar Ángel de Carpio (Valladolid) reparte 1,05 millones de euros con el 44469 - Foto: Ical

El propietario del bar Ángel de la localidad vallisoletana de Carpio, Eduardo Jiménez Rodríguez, aseguró hoy que ha "roto el gafe" que decían que tenía con la terminación en 69 de los números que sacaba a la venta, al haber repartido 1,05 millones de euros merced a la consignación de 14 boletos agraciados con el segundo premio del Sorteo Extraordinario de El Niño celebrado esta mañana, correspondiente al 44469.

"Cuando vi que había tocado, se desató la locura", explica a Ical el regidor del bar Ángel, situado en el número 24 de la calle Mayor de Carpio y que funciona también como despacho receptor de Loterías y Apuestas del Estado, por lo que pudo emitir varios décimos del 44469 que hoy resultó agraciado con el segundo premio, que reparte 750.000 euros a la serie.

De hecho, uno de los décimos premiados pertenece al propio Eduardo Jiménez, que confesó sentirse "eufórico" mientras celebraba el premio con varios clientes habituales del bar, entre los que confiesa que ha vendido la mayoría de los décimos agraciados, "unos diez o doce", mientras que el resto afirma que estarán en manos de "gente que estaba aquí de paso y lo ha cogido".

Y es que Eduardo Jiménez utiliza siempre el mismo sistema: "Hay un número del bar, que este año acaba en 15, y de ese he vendido unos 400 décimos, pero luego voy sacando números que acaban en 69 y cuando se acaba uno, pongo otro a la venta". Es entre estos últimos entre los que se encontraba el 44469 que "mucha gente ha cogido", entre ellos una clienta habitual que, nada más conocer la noticia, bajó al bar Ángel de Carpio para celebrarlo con su propietario.  

No obstante Eduardo Jiménez no se enteró del premio por la televisión, sino que, como cada día festivo, bajó al bar a las 12.00 para "tomar el café y leer las noticias en la prensa". Fue en ese momento cuando recibió la llamada de un amigo que también contaba con un décimo del 44469.  

"Me dijo que nos había tocado, fui a ver si lo tenía entre los décimos que yo también había cogido, lo comprobé en la tele y se desató la locura", reseña el propietario del bar Ángel, que desde entonces está invitando a los clientes habituales que se pasan hoy por el bar: "No sé cuánto durará la celebración", concluyó.