Una operación regreso sin dron pero con miniradar

A.G.Mozo
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La DGT incorporó el 1 de agosto 11 drones al servicio de vigilancia de las carreteras, pero ninguno con base en Valladolid. La Guardia Civil sí que cuenta ya con un radar portátil para sus motos y también está activo un nuevo cinemómetro multicarril

Una operación regreso sin dron pero con miniradar

Once cinemómetros fijos, un radar de tramo, tres equipos móviles, un helicóptero con las cámaras Pegasus... y, ahora, un ‘miniradar’. La vigilancia del asfalto vallisoletano nunca tuvo tantos medios para blindar la seguridad vial como los de este verano, en el que (en julio) se ha incorporado el radar ‘multicarril’ de Peñafiel (en el kilómetro 300 de la N-122) y ha llegado al fin uno de los últimos dispositivos que se han incluido en el día a día de los motoristas de la Guardia Civil de Tráfico: los ‘miniradares’. Lo que aún no hay en Valladolid, pese a los anuncios de la DGT, son los drones.
Estos son la gran novedad del verano en España, con hasta once drones por todo el país, pero, por el momento, ninguno con base en la provincia. Y ello, a pesar de que en la pasada Semana Santa se eligió el nudo de autovías de Tordesillas para el testeo de uno de estos equipos, antes de que, con motivo del 1 de agosto, Interior oficializase ya su utilización. En la actualidad, hay once operativos en toda España, aunque solo tres cuentan con la certificación que les permite denunciar, con lo que los otros ocho se limitan a ser un apoyo en la gestión del tráfico. Además, la DGT ha licitado ya la adquisición de otros veinte, pero sin concretar sus destinos, si bien se espera que uno llegue a Valladolid y pueda dar servicio desde aquí a toda la región, como ya ocurre en la actualidad con el helicóptero de la DGT equipado con las cámaras del Pegasus.

A 120 METROS DE ALTURA

Los drones son dispositivos que van pilotados por un controlador en tierra, con un alcance de hasta 500 metros y que son capaces de volar a 120 metros de altura, por lo que son indetectables. Gracias a sus potentes cámaras, se ‘meten’ en los vehículos para identificar la mayor parte de las infracciones, aunque al no llevar cinemómetro, no pueden multar por exceso de velocidad.
Las infracciones detectadas por el dron pueden ser transmitidas en tiempo real a un agente de Tráfico de la Guardia Civil, así como a la DGT, pero las sanciones siempre incluirán una fotografía adjunta.

Una operación regreso sin dron pero con miniradarUna operación regreso sin dron pero con miniradar

AÑO Y MEDIO DESPUÉS

La gran novedad de este verano, junto a la puesta en marcha del radar de la N-122, ha sido la llegada de ese ‘miniradar’ que se anunció (por el Gobierno del PP) para la Semana Santa de 2018, que no llegó para aquel verano en Valladolid y que, con año y pico de retraso, ya está en servicio para este 2019. Se trata de unos equipos ideados para que las patrullas de motoristas de la Guardia Civil tuviesen una mayor autonomía, al incorporar en sus maletas tanto etilómetros como test de drogas portátiles, así como estos ‘miniradares’.
Estos cinemómetros llamados Velolaser pueden ser utilizados por los motoristas en cualquier momento, montado en trípode o acoplado a un guardarraíl.