Los valores del rugby se 'cuelan' en la cárcel

M.B
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El Salvador y Cáritas llevan un año entrenando e implantando el deporte del oval en el Centro Penitenciario de Valladolid

Los valores del rugby se ‘cuelan’ en la cárcel

Nicolás Jurado y Vicente del Hoyo son jugadores del SilverStorm El Salvador, segundo clasificado de la División de Honor de rugby, e internacionales con la selección española –en la concentración de esta semana está Vicente del Hoyo–. Ambos son dos de los voluntarios del proyecto ‘In Contraria Ducet’ (que se puede traducir como en la ‘adversidad, lucha’), por el que el club chamizo ha colado el rugby y sus valores en el Centro Penitenciario de Valladolid. Ambos, junto a otros jugadores del primer equipo, como Andrés Alvarado, Emmanuel Harmatuik o Guillermo Villagrá, y a otros del B, como Zapata, Tino Fraile, Mario FRaile, Miguel Cuartas, se van rotando los lunes de cada semana para entrenar junto a una veintena de reclusos en Villanubla.

El Salvador y Cáritas están detrás de este proyecto que dio sus primeros pasos en enero del año pasado, pero que se fue fraguando desde junio de 2018. «Dentro de la idea de club total y de usar el rugby como una herramienta de formación y educación, nos faltaba esta pata. Surgió una relación a través de Cáritas y llegamos a este proyecto», explica la directiva chamiza María Morán.

El rugby en la cárcel es algo importado de otras partes del mundo –incluso en El Dueso, en Cantabria, cuentan con un equipo, Los Espartanos–, pero en Valladolid buscaron algo más: «Queremos que el rugby sirva como herramienta de reinserción para los presos».

Por eso, aunque el proyecto tiene su parte deportiva, hay una casi más importante, «con la implantación de talleres para trabajar los valores del rugby, el trabajo en equipo, la disciplina, el acatar las normas, para que sirva a la hora de la reinserción».

Así, nueve voluntarios del club, junto al responsable Alberto Martín; y dos educadores de Cáritas, Alberto Martín y Santos, se encargan de acercar el deporte del oval y todo lo que le rodea cada lunes a la cárcel.

Empezaron en un polideportivo, pero gracias al esfuerzo de los propios presos y de los voluntarios ya tienen un pequeño campo al aire libre para mostrar sus avances. «Se busca formar un equipo y que pueda competir, aunque no es nuestra prioridad», aclara María Morán.

En el Centro Penitenciario ya se trabajaban otros deportes. Y su director, Carlos Blanco, explica las razones de la incorporación del rugby: «Lo importante son los valores que se trasmite a los internos». Así, hay apuntados ya 25 reclusos en esta actividad: «Hacen que las personas privadas de libertad vivan el valor de respeto y trabajo en equipo».

«Queremos que la sociedad vea que el deporte no es solo deporte, que hay algo más detrás y estas acciones», concluye Morán, que abre las puertas a todos los internos que participan en el proyecto a continuar con el club vallisoletano una vez que recuperen la libertad.

También balonmano y fútbol

Además del rugby, en el Centro Penitenciario de Valladolid llevan años con otros dos proyectos deportivos externos. Uno de fútbol de la mano de la Fundación Real Madrid, por el que todas las semanas varios reclusos entrenan y se preparan como un equipo del deporte rey–de hecho este mes tiene previsto jugar un partido en Dueñas–; y otro con el que compite a nivel federado en la Primera Provincial de balonmano. Este año entrenado por el exjugador José Ángel Delgado Ávila, que tomó en verano el relevo de Fernando Hernández. En este caso, cuenta con la colaboración de Cáritas y del Atlético Valladolid.