Call of Duty ha ido viajando a lo largo del tiempo recorriendo algunos de los escenarios bélicos del último siglo e incluso ha imaginado cómo sería una guerra en un futuro más o menos cercano, según fuese uno u otro el estudio encargado del desarrollo de cada entrega anual. En las últimas entregas Treyarch se encarga de la subserie Black Ops mientras que Infinity Ward apuesta por la guerra del futuro. Este año tocaba juego de Sledghammer Games y este desarrollador parece sentirse más cómodo devolviendo la serie a sus orígenes, a la II Guerra Mundial que protagonizó el primer título de la serie allá por 2003.
Desde 2007, cuando Call of Duty: Modern Warfare revolucionó los juegos de disparos con una gran calidad gráfica y un multijugador innovador y emocionante, se le pide a Call of Duty más que a otras series ambientadas en la guerra y que ofrezca una experiencia diferente en el modo para un jugador y en el multijugador. En esta ocasión hay varios protagonistas, procedente cada uno de un país aliado, que forman un grupo de operaciones especiales para anular el proyecto Fénix, la última baza de los nazis para ganar el conflicto mundial cuando ya todo parece perdido para ellos. Esos protagonistas tienen características diferentes como detectar mejor a los centinelas enemigos o tener más munición y se basan en soldados reales que se destacaron durante la II Guerra Mundial.
Normandía, Stalingrado, Alemania, el norte de África, el Pacífico… la guerra de Call of Duty nunca ha sido tan global como hasta ahora ya que sus misiones recorren todos los frentes en los que se combatió y, de paso, homenajea a algunas de las escenas que el cine ha dejado impresas a lo largo de décadas. Vanguard repasa también algunos de los conceptos que más han gustado a los jugadores de los títulos anteriores de la serie y aplica a la historia un barniz de modernidad. Demuestra que Activision tiene en cuenta la campaña y mantiene el aspecto cinematográfico tras las críticas que recibió por no incluir el modo para un jugador en Infinite Warfare e incluye mínimas novedades.
El multijugador llega con 20 mapas (en los que hay elementos destruíbles) con enfrentamientos hasta de 48 jugadores que incluye los modos de juego más tradicionales y algunas novedades como Patrulla (en el que cambian las zonas del mapa que hay que defender) o Rey de la Colina (una especie de battle royale por equipos). Como extra, en los próximos meses saldrá contenido gratuito.
No faltan los zombis que Treyarch convirtió en indispensables y que son uno de los apartados más esperados cada año. En Vanguard se han convertido en una historia comleta, Der Anfang, en la que hay que entrar a distintos portales para cumplir misiones en diferentes puntos del planeta, ya sea sobrevivir al ataque de una horda o conseguir un objeto. Para diciembre está previsto que se amplíe la historia del modo zombis con una campaña.
Entre las novedades de Vanguard está su futura integración con la versión gratuita battle royale de la serie, Call of Duty: Warzone, además de juego cruzado y partidas entre consolas de distinta generación, ya que ha salido a la venta en PC y las consolas de PlayStation y Xbox.