San Isidro estrena los primeros ascensores urbanos

D.V.
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Están entre las calle Ánade, Estornino y Oriol, y conectan esa zona del barrio con el paseo de Juan Carlos I. El alcalde ha calificado este día como "histórico". El Ayuntamiento ha invertido 400.000 euros.

Inauguración de los ascensores urbanos del barrio de San Isidro. - Foto: Ayuntamiento de Valladolid

El Ayuntamiento de Valladolid ha puesto en marcha este viernes los tres primeros ascensores urbanos en la vía pública de la ciudad, situados entre las calles Ánade, Estornino y Oriol y el paseo de Juan Carlos I, que sirven para comunicar estas calles de Pajarillos con la zona del parque de San Isidro.

El alcalde de la ciudad, Óscar Puente, ha estado en la mañana de este viernes en la zona, acompañado por buena parte del equipo de Gobierno municipal, en lo que ha definido como un día "histórico" para Valladolid, pero con ese calificativo "justificado" ya que puede contar con "los primeros ascensores en espacios públicos de la ciudad".

El Consistorio ha invertido 400.000 euros --un 30 por ciento menos que el coste previsto en la licitación de las obras-- en la ejecución en los últimos seis meses de estos tres ascensores en las citadas calles con una configuración de 'fondo de saco', que salvan desniveles de en torno a tres metros que hasta el momento solo se podían superar mediante unas antiguas escaleras.

Inauguración de los ascensores urbanos del barrio de San Isidro.Inauguración de los ascensores urbanos del barrio de San Isidro. - Foto: Ayuntamiento de Valladolid

"Estos tres ascensores van a mejorar sustancialmente la movilidad vertical en esta zona, en un barrio como el de San Isidro en tres calles con una población cada vez más envejecida y que como consecuencia de su configuración tenían muchas dificultades para acceder al paseo Juan Carlos I", ha explicado Puente, ya que en "muchas ocasiones" la única opción era subir unas escaleras o dar una vuelta por otras calles y recorrer así más distancia.

El regidor ha destacado también que el equipo de Gobierno ha cumplido el compromiso electoral, incluido en el programa del PSOE y también en el pactado con VTLP, dentro de los proyectos para contribuir a la mejora de la "movilidad urbana sostenible".

La intervención que se ha llevado a cabo ha consistido en la instalación de estos tres ascensores urbanos en las calles Ánade, Estornino y Oriol, con la finalidad de salvar los desniveles existentes entre ellas y el paseo de Juan Carlos I.

Inauguración de los ascensores urbanos del barrio de San Isidro.Inauguración de los ascensores urbanos del barrio de San Isidro. - Foto: Ayuntamiento de Valladolid

El proyecto corrió a cargo del consultor Estudio de Diseño y Arquitectura World Design y las obras se adjudicaron a D-Todo Ingeniería y Desarrollo.

En origen, cada calle contaba para salvar el desnivel con un sistema de escaleras de uso peatonal ejecutado hace varias décadas y con un diseño que "no cumplía las condiciones exigibles en la actualidad en materia de accesibilidad universal", ya que las personas con limitaciones funcionales no podían usarlas.

De hecho, en este acto simbólico de la puesta en funcionamiento han estado presentes varias personas con movilidad reducida, como el presidente de la Plataforma Representativa de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Predif), Francisco Sardón, y otros vecinos de la zona que, como han explicado estaban ya deseosos de poder usar esta infraestructura.

Para abordar la actuación se han demolido las antiguas escaleras y, además de la instalación de los ascensores, se han ejecutado otras nuevas adaptadas a las actuales condiciones de accesibilidad, con reurbanización de la zona afectada. Las escaleras se han llevado a cabo con elementos prefabricados de hormigón, cerrajería de acero inoxidable y vidrio.

En cuanto a los ascensores, son de tecnología eléctrica, "silenciosos" y no necesitan de cuarto de máquinas. Tienen embarque a 180 grados, lo que quiere decir que el acceso desde las calles inferiores se hacer por el lado contrario a la salida por Juan Carlos I y viceversa.

Puente ha recalcado que los ascensores "cumplen con todos los requisitos de la normativa de accesibilidad y de seguridad", con iluminación nocturna y videovigilancia para que se puedan utilizar "sin miedo" por la noche. Estas luces también, a juicio de Puente, "dignifican bastante" la zona.

El recorrido total de los ascensores es de 2,80 metros en la calle Ánade; 3,10 en la calle Estornino y 3,30 en la calle Oriol, debido a que el paseo de Juan Carlos I tiene una ligera pendiente. El hueco del ascensor, ejecutado con estructura y componentes de acero, aluminio y paramentos de vidrio alberga unas cabinas amplias que permiten su uso por varias personas al mismo tiempo y también para movilidad reducida y bicicletas.

"NO SERÁN LOS ÚLTIMOS"

El alcalde de la ciudad ha recalcado que éstos tres elevadores urbanos "no serán los últimos", ya que el Ayuntamiento de Valladolid está en los "pasos previos" a la licitación del ascensor urbano, junto con unas escaleras mecánicas, que se instalarán en la ladera de Parquesol más próxima al estadio José Zorrilla, entre las calles Julio Senador Gómez y Juan de Valladolid. Y, posteriormente se instalará otro ascensor, del que Puente esperan recibir pronto el proyecto en la ladera este, en la zona del Parque de los Almendros, para comunicar este barrio y Arturo Eyries.

El Ayuntamiento de Valladolid tiene entre sus cometidos el fomento d la movilidad de las personas en el espacio público mediante acciones que contribuyan a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, utilizando instrumentos que puedan contribuir a ello, como son los Planes de Movilidad Urbana Sostenible, encontrándose en proceso de tramitación para su aprobación inicial el Plan Integral de Movilidad Urbana Sostenible de Valladolid (PIMUSSVA).

Aunque la ciudad no presenta una topografía "especialmente accidentada"
el Ayuntamiento ha apuntado que hay determinados itinerarios peatonales que salvan desniveles apreciables y que dificultan el tránsito de los usuarios, imposibilitando en algunos casos que sea practicable por personas con disfunciones o limitaciones.