«Haremos candidaturas en todos los pueblos de 2.000 vecinos»

R.G.R
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Natural de Medina del Campo y administrativo de profesión, Francisco de la Rosa revalida su cargo de coordinador de Izquierda Unida con un amplio apoyo y se marca como objetivo aumentar la presencia de IU en la provincia

El coordinador provincial de Izquierda Unida, Francisco Javier de la Rosa, en Medina del Campo. - Foto: Jonathan Tajes

Un objetivo claro. Llegar a todos los municipios de más de 2.000 habitantes. Eso es lo que tiene en mente este administrativo medinense que repite por segunda vez como coordinador de Izquierda Unida en la provincia. Sabe que dentro de poco se tendrá que remangar para empezar a hacer candidaturas en los municipios. No ve ningún problema por el hecho de que el partido haya asistido en los últimos meses a sus procesos internos con dos corrientes claramente diferenciadas. Una que apuesta por la confluencia con otros partidos y otra que defiende a una Izquierda Unida fuerte en solitario. Mantendrá su hoja de ruta y trabajará de forma conjunta con todos los miembros que tengan alguna representatividad en los órganos internos  

¿Esperaba ser reelegido como coordinador de Izquierda Unida de nuevo con un amplio margen después del resultado apretado que se registró en la capital? 

En todo proceso congresual siempre hay una parte de misterio, pero sí confiaba en poder salir reelegido. Eso me motivó. Un sector importante de la provincia deseaba que continuara con la labor que se había hecho en los cuatro años anteriores. No sé si la palabra es esa, pero confiaba en la reelección. 

¿Qué valoración hace del proceso? 

Izquierda Unida es una organización con una tradición democrática muy importante a nivel interior. Todos los procesos cuentan con debates de profundidad, tanto de la militancia como de los simpatizantes. Hemos perdido un poco de viveza porque todo se ha hecho online. Por lo demás, ha existido total normalidad. En IU aunque gane una lista, siempre hay integración dependiendo del número de votos de cada lista. Todos somos compañeros necesarios en el viaje de trabajar para IU en la provincia. 

¿Qué balance hace de su anterior mandato como coordinador provincial? 

Tenía una sensación amarga porque cuando empecé hace cuatro años la sorpresa fue que como dirección me tuve que encargar de cinco elecciones, que siempre es complicado, con mucha gestión administrativa y mucho compromiso de la militancia. Cuando ya parecía que podíamos continuar nos encontramos con una pandemia. Por otro lado, he tenido la satisfacción de ver el compromiso de los militantes. Personas que se han dedicado a pedir la renta mínima garantiza para otros vecinos, grupos de ayuda para atender a las personas mayores, y también hemos conseguido que la vida interna del partido siguiera funcionando. Espero que estos cuatro años que tenemos por delante sean normales para recuperar la vida política. 

¿Qué relación mantiene con Juan Peña? ¿El hecho que sea una persona cercana a los concejales de Valladolid puede suponer una barrera para mantener una buena relación con ellos?

Mi relación personal con Juan es buena. No he tenido ningún conflicto más allá de discrepar en algún encuentro. La relación con los concejales será buena. Tenemos que fijarnos en los ediles de la ciudad, pero intentamos centrarnos también en el resto de la provincia, que es donde está la mayor parte de la militancia y los cargos públicos. Tener a alguien en la dirección que tiene relación con los concejales de Valladolid nos favorece porque ya tienen el puente tendido. Para lo que tiene que servir una organización es para apoyar a sus cargos públicos. 

En la provincia, al igual que ocurrió en la capital, se enfrentaban dos corrientes diferentes. Una que apuesta por la marca IU y otra por la confluencia con otras formaciones. El resultado ha sido claramente favorable a la primera por 102 a 68 votos. 

Si lo vemos blanco o negro… Digamos que tanto en la ciudad como en la provincia hasta ahora la apuesta era muy fuerte por las confluencias. Como ese asunto ya se trató en la elección federal de Alberto Garzón, ahora hay que especificar en las provincias. La idea es hacia Unidas Podemos. Pero puede haber dos formas de entenderlo, todos tenemos claro que a la izquierda del PSOE tenemos que seguir sumando para continuar con las políticas del Gobierno. Las diferencias son de matices y no de fondo. Todos defendemos las sigas de IU. 

¿Cómo va a ser la relación con Rocío Anguita para trabajar juntos? 

Como durante los últimos cuatro años. Los responsables locales participan en la dirección provincial con voz y con voto. Ella ya estaba en la anterior dirección y hemos podido tener alguna discrepancia, pero como es normal en el debate de cada postura. No entiendo otra forma de hacerlo. 

Anguita afirmó que Alberto Bustos, Manuel Saravia y María Sánchez no repetirán como candidatos. ¿Comparte esta postura? 

Son decisiones que debe tomar Valladolid. Pero estas tres personas ya han sobrepasado los periodos en los que pueden ser candidatos. Para que continúen tiene que haber un proceso muy especial en Valladolid. Es su tercer mandado y estatutariamente no tienen posibilidades.

¿Qué ideas nuevas tienen para mejorar el funcionamiento interno del partido? 

Hay un proceso importante en la implantación territorial. Tenemos que ser capaces de llegar a las zonas blancas y trasmitir la puesta en marcha de las políticas del Gobierno. Ahí tenemos un debe por no trasladar a cada municipio cuáles son los deseos del Ejecutivo para mejorar la vida de los ciudadanos. El deseo es que la ciudadanía viva cada vez mejor y no tengamos que abandonar nuestros municipios para nutrir la capital y el alfoz. 

¿Se pondrá en un futuro cercano a trabajar en las candidaturas de cara a las próximas elecciones?

Sí, es una constante. La pandemia nos ha permitido entrar en contacto con personas de algunos municipios que de otra forma no hubiera sido posible. Nos ha abierto puertas. 

¿La unión con Unidas Podemos está favoreciendo la llegada de nuevos militantes y se ampliarán las candidaturas? 

Confío mi gestión a que se presente un mayor número de candidaturas. Hace unos días desde la dirección regional de Podemos se han sentado las bases para ir juntos en Castilla y León. Somos la comunidad más grande en extensión y las diferencias entre lo que ocurre en El Bierzo y lo que pasa en Valladolid están a años luz. Como direcciones, hemos apostado por ir juntos, pero lo que pueda ocurrir lo iremos viendo. Yo apuesto porque sí iremos con Podemos, pero estamos en proceso. 

¿Cuál sería el número idóneo de candidaturas para Valladolid? 

Aquellos municipios de más de 2.000 habitantes queremos que tengan candidatura. Tenemos zonas como Íscar, Pedrajas y Olmedo donde no hemos tenido en estos últimos años y debemos cambiar.  

¿Continuará la marca Toma la Palabra en las próximas elecciones?

Solo lo haremos bajo el paraguas de Unidas Podemos. Toma la Palabra es una confluencia entre Izquierda Unida y Equo y ahora estamos en otro proceso. Toma la Palabra como marca no es una opción de Izquierda Unida para las próximas elecciones. Se ha aprobado que la marca sea Unidas Podemos. 

¿Un buen resultado en Valladolid sería mantener los tres concejales? 

Creo que no. Sería el mínimo deseable. Las políticas de izquierdas, si somos capaces de trasladarlas, deberíamos tener mejores resultados que la última vez. El hecho de estar en el Gobierno, a pesar de las diferencias del PSOE y Unidas Podemos, tiene que ser una defensa de todo lo bueno que se ha hecho. 

¿Está satisfecho con la labor que viene realizando Virginia Hernández como única diputada de Toma la Palabra?

Entiendo que lo está haciendo bien. Para nuestra organización la Diputación es un ente que debería haber desaparecido hace tiempo y para lo único que sirve es para robar el dinero que debería llegarle a los ayuntamientos. La gestión de la Diputación es limitada, cada vez atiende a menos población, y tiene menor importancia. No hemos hecho el análisis de la labor de Virginia. Las propuestas que se han llevado a los plenos sí son interesantes. 

¿Repetirá en el cargo o se barajan otros nombres para el puesto? 

No lo sé. La elección a diputados es indirecta. Para que salga Virginia primero tenemos que tener una representación en los partidos judiciales. Es demasiado pronto. 

¿Sería una buena concejal para el Ayuntamiento de Valladolid? 

(Silencio) Ni idea. Nunca he tenido una conversación de este tipo con ella. Siempre hemos hablado del mundo rural. Ni siquiera tengo claro que ella quisiera dar el paso de ser concejal en Valladolid. No es una cuestión de si está o no está, ella ha vivido con mucha fuerza el mundo rural. Su discurso y su posición ha estado siempre vinculada al medio rural.