Una leyenda bajo palos

M.B
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¿Qué fue de Tomas Svensson? 6 veces campeón de la Champions y otras 6 de la Asobal, jugó en el BM Valladolid de 2009 a 2011, un año antes de retirarse. Ahora entrena a los porteros del Magdeburgo

Una leyenda bajo palos

Hablar de Tomas Svensson es hacerlo de un dos veces campeón del mundo; de un tres veces campeón de Europa y de un tres veces subcampeón olímpico. Todo con su selección, Suecia. También es hacerlo de un ganador de seis Champions League o de seis Ligas Asobal. Jugó en su casa, en el Eskilstuna Guif; en el Atlético de Madrid, en el Bidasoa, en el FC Barcelona, HSV Hamburg, en el Portland San Antonio y en el Rhein-Neckar Löwen -donde se retiró-. Justo antes de fichar por el club alemán, este portero, ya exportero, deleitó a la parroquia de Huerta del Rey con el BM Valladolid. Fue en dos temporadas, la 2009-10 y la 2010-11. En ambas dejó claro lo que era, una leyenda bajo palos.

Llegó a Valladolid de sorpresa. Estaba en Pamplona, había apalabrado su renovación, pero el entonces Portland le había comunicado que no seguiría por unos supuestos problemas en la rodilla. El BM Valladolid le hizo rápidamente una oferta. «Hasta en tres ocasiones tenía tomada la decisión de retirarme, pero he reaccionado... Ha sido clave en la decisión el cariño mostrado por el club y por la afición, a través de los foros. Pastor, Raúl (Torres), los apoyos de las aficiones (también la de Portland)... por eso he optado por el sí. Quería seguir jugando y estoy contento y feliz por ello», señalaba a este periódico el mismo día que se confirmaba su fichaje.

Jugó dos años, con Juan Carlos Pastor como técnico, y José Manuel Sierra -hoy en el Saran Loiret francés junto a Chema- como compañero en la portería. Y dejó huella. «Uno de los grandes del balonmano», como lo definió su entrenador. 

Tomas Runar Svensson nació en 1968 en Eskilstuna (Suecia); y desde 1984 se dedicó de forma profesional al mundo del balonmano. Pronto se vino para España y en las filas de Bidasoa y sobre todo Barcelona obtuvo sus mejores éxitos. Con más de 320 internacionalidades, es y será una leyenda de la portería. De Valladolid se despidió, pese a que tenía una temporada más de contrato, por la puerta grande. Se fue al Rhein-Neckar Löwen, donde jugó unos meses para pasar a ser entrenador de porteros, lo que es hoy en el Magdeburgo, también de la Bundesliga. Ha estado también con Gudmundur Gudmundsson en la selección de Dinamarca y ahora en la de Islandia, desempeñando las mismas funciones ayudando a los guardametas.

En Valladolid vivió esos dos años en Arroyo de la Encomienda, donde dejó muchos amigos, con los que mantiene contacto siempre que puede. Ahí vivieron algunos meses más su mujer y sus hijos, que pronto se trasladaron a Barcelona (uno de sus hijos iba para figura del fútbol).

Svensson marcó un antes y un después en el mundo del balonmano. Aunque fuera también ha dejado impronta de su forma de ser: grabó un disco con seis canciones con un grupo ‘Touch and go’, cuyo nombre decidió hablando con el tenista Björn Borg. 

Físicamente, a pesar de aquellos problemas de rodilla, sigue estando en forma -con verle en los vídeos que sube de los entrenamientos en Alemania uno ya se hace una idea-.

Se salvó en un accidente de avión

Uno de los episodios que casi todo el mundo recuerda de Tomas Svensson es el ocurrido en diciembre de 1991, cuando el portero sueco y otros 121 pasajaros se salvaron, de forma milagrosa, en un accidente de avión. Fue en Gottröra, en Suecia, cuando el vuelo donde viajaba el portero se estrelló en un bosque, quedando el aeroplano partido en tres trozos. «Volví a nacer. Cada vez que hay un accidente de avión me conmueve y aparecen los recuerdos, porque sé lo que se sufre», recuerda siempre Svensson, que aun así nunca dejó de volar.