La contratación se desploma a niveles de la anterior crisis

Óscar Fraile
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El número de contratos laborales descendió un 30 por ciento en Valladolid entre enero y octubre, con especial incidencia en el sector servicios

La contratación se desploma a niveles de la anterior crisis - Foto: Jonathan Tajes

El terremoto económico que ha generado la pandemia ha tenido un efecto más que evidente en el mercado laboral. El cese de actividad de muchas empresas, ya sea de forma temporal, por las medidas sanitarias, o de manera definitiva, ha hecho que la contratación laboral se desplome, tal y como revelan los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Entre enero y octubre de este año se han firmado en Valladolid 144.076 contratos, un 30,2 por ciento menos que en el mismo periodo de 2019. Y no a todos los sectores les ha afectado por igual. Solo la agricultura, como servicio esencial, ha mantenido el tipo, con 14.573 contratos iniciales (es decir, excluidas las renovaciones), prácticamente los mismos que el año pasado. El mayor desplome se ha producido en el sector servicios, muy castigado por las restricciones a la hostelería. Las contrataciones en estas empresas han bajado pasado de 183.481 a 83.678, es decir, casi un 40 por ciento menos.

A medio camino entre la agricultura y los servicios se sitúan la industria, con 34.017 contratos, un 11,8 por ciento menos; y la construcción, con 6.012, un 16,,9 por ciento menos.

Los datos del Ministerio de Trabajo también demuestran que hay otro factor, el de la alta temporalidad, que apenas ha mejorado. Si el año pasado el porcentaje de contratos temporales fue del 91 respecto al total, en los diez primeros meses del presente ejercicio fue del 90,3 por ciento. Este es uno de los motivos por los que el Gobierno está preparando un real decreto, que ya ha presentado a los agentes sociales, mediante el cual pretende incentivar a las empresas con un mínimo de 4.000 euros por cada contratación indefinida a tiempo completo. Una cantidad que aumenta si la contratación va destinada a determinados colectivos. Por ejemplo, mayores de 45 años, personas con discapacidad o mujeres que lleven más de dos años en el paro después de haber tenido un hijo. La cuantía máxima es de 7.500 euros cuando se contrate a personas especialmente vulnerables, como víctimas de violencia de género o parados de larga duración mayores de 45 años.

La precariedad laboral ha sido uno de los caballos de batalla de los representantes de los trabajadores desde la aprobación de la última reforma laboral, a la que consideran principal culpable de este problema. Basta con señalar que cuatro de cada diez contratos iniciales firmados en Valladolid entre enero y octubre tenían una duración de menos de un mes.

Aunque la modalidad de contratación ofrece un amplio abanico de posibilidades, hay dos que son las más utilizadas en Valladolid y en el resto de España. La primera es el contrato eventual por circunstancias de la producción, que supone en la provincia el 52 por ciento de los contratos totales. Entre enero y octubre se registraron 72.308 de este tipo, de los que 49.574 duraron menos de un mes. Este tipo de contrato está pensado, según recoge el artículo del BOE que lo regula, para «atender exigencias circunstanciales del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos, aun tratándose de la actividad normal de la empresa». El segundo contrato más habitual en Valladolid es el de obra y servicio, que ha de utilizarse cuando una empresa necesita personal para realizar un trabajo o encargo concreto. Hasta octubre se firmaron en Valladolid 46.798 de este tipo, el 33,8 por ciento de los contratos iniciales.

Los siguientes más frecuentes son los de interinidad (9.895) y los indefinidos (8.089). El resto es mucho menos habitual. De hecho, ninguno de los otros tipos de contratos llegó a los 500 en estos diez meses. Por otro lado, las profesiones donde más incorporaciones se han producido han sido las de peones de la agricultura y la construcción (36.709) y restauración y comercio (22.461).

La duración media de los contratos es de 51 días

Pese a las malas cifras de contratación registradas este año, fruto de la pandemia, los contratos que se están firmando tienen una mayor duración inicial que el ejercicio pasado, un fenómeno que tiene que ver con la caída de la contratación en el sector servicios, donde la tasa de temporalidad es más alta. Según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo a este periódico, la duración media de los contratos firmados en Valladolid entre enero y octubre fue de 51 días, tres más que la del año pasado y dos más que la de 2018

No obstante, la media de la provincia sigue estando por debajo de la nacional. El SEPE ofrece este dato mes a mes, con valores relativamente cambiantes. La duración de los contratos en España este año ha ido desde los 43,7 días de agosto a los 61,3 de septiembre, aunque la media anual es de 52,7 días, casi dos por encima de los contratos firmados en Valladolid. Esos 61,3 días de septiembre también se explican con la pérdida de peso del sector servicios a nivel nacional, puesto que es la cifra más alta desde el año 2012. Septiembre es, tradicionalmente, uno de los meses con mayor dinamismo por el inicio del curso económico, que en Valladolid coincide con otras citas importantes, como las fiestas de la capital y la vendimia, si bien este año la covid-19 ha limitado la organización de eventos y, por lo tanto, ha reducido la cifra de contratos respecto a otros ejercicios.