...Y sin poner más multas por exceso de velocidad

A.G.M.
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La reducción de la velocidad máxima autorizada en las carreteras nacionales se ha traducido en una caída del 63% en el número de sanciones de radar en las dos principales vías limitadas: N-122 y N-601

Radar móvil de la Guardia Civil. - Foto: D.V.

La implantación, hace un año, de la limitación de la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora en diez tramos de ocho carreteras convencionales de la provincia de Valladolid dejaba botando un par de incógnitas sobre qué resultado se obtendría. ¿La reducción de la accidentabilidad sería inmediata o en el medio plazo? ¿El conductor se adaptaría a la reducción a golpe de radar o de motu proprio? Las dos preguntas se responden por ahora con una lectura en positivo para los responsables vallisoletanos de la DGT que no solo han visto cómo la siniestralidad descendía un tercio, sino también que se conseguía sin disparar los datos de denuncias por exceso de velocidad en esos 378 kilómetros que pasaron de 100 a 90 km/h el 29 de enero de 2019.

Es más, los datos recabados por El Día de Valladolid en fuentes de Interior desvelan una caída muy acusada de este tipo de multas, ya que en 2019 se impuso un 63,6 por ciento menos que en 2018 y un 63,8% menos que en la media del último lustro. La información facilitada a este periódico se refiere a las dos principales vías afectadas por el cambio, N-122 y N-601, que son las dos grandes carreteras nacionales que discurren por la provincia con cuatro tramos sin desdoblar y que aglutinan 177 kilómetros. Entre las dos sumaron 7.231 denuncias por exceso de velocidad en 2019, por las casi veinte mil del año anterior (19.894 en 2018) y que, de media, se vienen imponiendo desde 2014 (19.976 arroja el promedio durante el último lustro).

Contrasta sobre todo el dato de multas de radar de la N-601, donde se firmaron 5.133 el último año, por las 18.497 de 2018 o las casi 16.000 anuales acumuladas en la media del último lustro. 

RADARES

La N-601 tiene hasta diez puntos de control habitual de velocidad declarados por la DGT, de los que dos son cinemómetros fijos (el del cruce de La Pedraja de Portillo y el de la circunvalación de Laguna de Duero) y uno, un radar de tramo (a las afueras de Medina de Rioseco).

En el caso de la N-122, sí que se aprecia una subida del 33% en la comparación con los datos de 2018, ya que en 2019 se impusieron 2.098 denuncias, mientras que el año anterior la cosa no llegó a 1.400. En cualquier caso, las sanciones de radar del último ejercicio están por debajo de la media del periodo 2014-2018, en el que los radares de la N-122 destaparon 3.436 multas anuales de velocidad. Tráfico tiene publicados actualmente cuatro puntos de control de velocidad en la carretera de Soria, dos de ellos de carácter fijo (el del cruce de La Maña, junto al desvío a Traspinedo, y el ‘multicarril’ instado hace unos meses a las afueras de Peñafiel).

Los datos de la DGT del último año también desvelan que tres de cada cuatro multas de velocidad impuestas en estas dos carreteras fueron por circular a más de 90 km/h. En concreto, fueron 5.362 (3.464 de los dos tramos de la N-601 y 1.898 en los de la N-122) por las 1.869 de que aquellos conductores sorprendidos a menos de 90 (1.669 y 200 multas, respectivamente).

El hecho de que se haya logrado reducir la siniestralidad y, además, con menos multas es un éxito de la DGT que no solo llega a través de unos coches que circulan a menor velocidad, sino también por una «homogeneización» de los límites, debido a que antes la diferencia entre coche y camión (y autobuses) era de 20 kilómetros por hora (de 100 a 80) y ahora, solo de 10 km/h: «Los estudios dicen que vehículos que circulan a velocidades dispares de la media de la vía, como pueden ser los camiones en relación a los turismos, son más susceptibles de provocar un accidente, con una probabilidad seis veces mayor que si circularan a la media del resto de vehículos, además de favorecer la fluidez del tráfico», explica la jefa provincial de Tráfico.