El Real Valladolid mereció más de un punto frente al Málaga (1-1) en un duelo en el que tuvo que equilibrar el marcador tras un penalti marcado por Brandon y en el que protagonizó una gran reacción, pero careció de puntería para concretar sus numerosas aproximaciones al área del conjunto andaluz.
El cuadro blanquivioleta salió con seguridad y confianza, con la firme intención de controlar el balón desde el inicio, y eso se tradujo en una gran primera jugada, protagonizada por Óscar Plano y Sergio León, que terminó con un rechace de Juande en acción defensiva y la intervención de Dani Martín para impedir el gol.
Pacheta volvió a apostar por el 4-4-2, con Roque Mesa y Aguado dominando el centro del campo con mucha solvencia, y, ante la ausencia de Weissman, con Cristo y Sergio León para culminar el ataque. Un mismo esquema táctico con diferentes protagonistas, que salieron a por todas ante un Málaga que no inquietaba, informa Efe.
De manera paulatina, el encuentro se fue equilibrando más, ya que el Málaga se mostró más agresivo y alineado en el plano defensivo, lo que derivó en una menor posesión de la pelota para los locales y en una primera ocasión de peligro de los andaluces, a través de un disparo de Genaro que salió desviado por encima de la meta local.
El Real Valladolid proponía con un buen juego combinativo que, sin embargo, no se traducía en llegadas al área visitante, puesto que la zaga del Málaga cerró filas y frenó el empuje de los blanquivioletas. A eso se sumó más mordiente en ataque de los malagueños, que sacaron petróleo de un garrafal fallo local.
Roberto Jiménez despejó de puños, pero de forma poco efectiva, un córner del rival, que terminó en las botas de Paulino. El Yamiq salió descontrolado y con mucha fuerza para frenar al jugador del cuadro andaluz, cometiendo un claro penalti que se encargó de transformar Brandon, tras engañar por completo al portero del Real Valladolid.
Así, con el 0-1 y con los locales desquiciados -tres jugadores terminaron viendo la tarjeta amarilla-, tras un mal tramo final de la primera mitad, que comenzaron dominando, se llegó al descanso. El paso pro vestuarios vino bien a los vallisoletanos, que buscaron de nuevo tomar la iniciativa en el juego para tratar de remontar.
El empate no tardó en llegar. Roque Mesa comandó una gran jugada, en la que Cristo controló el balón para ofrecer un pase perfecto a un Óscar Plano que entraba en carrera y que superó por bajo al meta visitante. Lo había peleado y esa lucha halló recompensa. Pero el Real Valladolid quería más, ante un rival que retrasó sus líneas.
Eso sí, el Málaga dejó claro que no iba a renunciar a nada y se mostró atento a los posibles errores locales. En uno de ellos, Roberto, recién incorporado al terreno de juego, perdió en el uno contra uno contra el portero blanquivioleta, que tuvo que sacar una mano para impedir el gol.
El partido se convirtió en un correcalles y quedaba abierto a cualquier final. Ambos se volcaron en meter centros al área contraria, aspirando a encontrar el ansiado botín. El Real Valladolid estuvo a punto de conseguirlo, pero los lanzamientos de Óscar Plano, Roque Mesa y Anuar se fueron rozando un palo y el partido acabó con el empate a uno.