La pandemia contrae la inversión en infraestructuras del Estado, con un descenso del 15,12 por ciento en el primer semestre del año, periodo marcado entre marzo y junio por la declaración del estado de alarma y la suspensión de los plazos administrativos. En total, el desembolso se situó en casi 250 millones para actuaciones en carreteras, ferrocarriles y aéreas de Castilla y León.

La apuesta por las obras públicas sufre variaciones en este año en diferentes áreas, con aumentos en el ferrocarril convencional y rebajas en el impulso del AVE, tras más de 15 años de inversiones millonarias ahora que se acerca el fin de los trabajos, tanto en el corredor hacia Galicia por Zamora, Asturias por León a través de la Variante de Pajares o hacia Burgos.  

Así lo refleja el informe al que tuvo acceso Ical que acaba de elaborar la Intervención General y que examina la inversión territorializada de los ministerios, sus organismos autónomos, empresas públicas, entidades y fundaciones durante el primer semestre de 2020, ejercicio en el que el Gobierno gestionó, por segundo año, la prórroga de las cuentas de 2018.

El giro hacia el ferrocarril convencional parece confirmarse en la primera mitad de 2020, con un 15 por ciento más para Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), hasta los 16,88 millones, frente a los 14,67 millones de hace un año. También se disparó la inversión del Grupo Renfe, encargada de la explotación del servicio, con más de seis millones, lo que supone un 51,5 por ciento más que el pasado año.

Todo se produce mientras los fondos gestionados para infraestructuras por Adif Alta Velocidad, vinculados con el AVE o las nuevas estaciones, cayeron un 12,5 por ciento hasta los 126,7 millones, frente a los casi 145 millones del primer semestre de 2019. En conjunto, las inversiones puramente ferroviarias alcanzaron los 149,6 millones.

Igualmente, descendió un 53 por ciento la partida que gestionó la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seittsa), hasta situarse en 10,8 millones, frente a los 23 de hace un año. De la misma forma, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, antes Fomento, movilizó 88,8 millones en inversiones para la Comunidad, un 16,4 por ciento menos.

Además, el Grupo Enaire movilizó en el primer semestre 533.772 euros, un 59,7 por ciento menos que un año antes. Todo deja un balance inversor en infraestructuras en Castilla y León de Transportes y sus empresas públicas de 249,8 millones, frente a los 294 millones que dejó durante 2019.  

Ranking.

Castilla y León fue en el primer semestre de este año la cuarta autonomía con más inversión territorializada de la Administración General del Estado, por detrás de Madrid que se alzó con la primer posición y 416,15 millones. Le siguió Cataluña, con un 403,6 millones y Galicia, con 334,7 millones. No obstante, la no regionalizable se situó en los 442,4 millones.

La Comunidad sumó 293,9 millones de los que 249 dependieron del departamento de Ábalos. En conjunto la inversión del Estado en Castilla y León se redujo un 13,11%, puesto que un año antes fue de 338,2 millones. Los fondos procedentes de los ministerios se situaron en los 103,9 millones (-16,43%), mientras los organismos autónomos aportaron 15,08 millones (-11,95%), y el sector público administrativo, 711.023 euros, (+ 48,1%). La mayor partida correspondió a empresas y fundaciones, con 174,1 millones (- 11,25%).