Matarromera ultima la "transformación" de su bodega

ICAL
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Se calcula que el proyecto estará "completo" en el año 2023 para mejorar sobre todo desde un punto de vista cualitativo con vinos "de muy alta gama" tras una inversión de diez millones

Matarromera ultima la “transformación” de su bodega

Matarromera ha dado a conocer hoy los detalles de su proyecto ‘Esencia Matarromera’ que estará listo en la próxima primavera y que está suponiendo una “transformación” de su bodega más emblemática para volver a situarla “en primera línea” durante las próximas décadas. Aunque su presidente, Carlos Moro, reconoció que los trabajos no estarán “completos” hasta el año 2023, el próximo mes de mayo estará “presentable” para volver a dar servicio a los clientes después de que la bodega haya permanecido un año cerrada al público.

Este proceso de “renovación ambiciosa” en Matarromera no solo persigue su aplicación en el futuro, sino “honrar” el pasado con una renovación total de las instalaciones y de su entorno que se enmarca en la búsqueda de la “mejora continua y la excelencia” en las bodegas con las que cuentan hasta “incrementar nuestro bagaje, cultura y experiencia”. Según su presidente, con este proyecto se persigue “actualizar” y posicionar a Matarromera “en primera línea” para poder abordar las próximas décadas.

Para el desarrollo de este proyecto se han tenido en cuenta aspectos como la tecnología, la adaptación o la búsqueda de liderazgo. En total se abordan 16 subproyectos “de enjundia máxima” para “un epicentro” como es Valbuena de Duero, en la provincia de Valladolid. En concreto, en ‘Esencia Matarromera’ no solo se han ampliado las instalaciones existentes hasta el momento, sino que también se han atendido otros aspectos como la seguridad vial, la logística, los sistemas de producción de energía, la digitalización, el enoturismo o los equipos y la maquinaria. “Queremos aportar a nuestra tierra un concepto de valor permanente, de atracción de personas y ser un referente”, añadió Carlos Moro.

En un primer momento, se ha levantado un complejo al más puro estilo ‘chateau’ en el que la bodega está rodeada por una veintena de hectáreas de viñedos. Además, se ha edificado una nave nueva en la parte lateral de la construcción principal, se la misma superficie y de forma simétrica, sin que la fachada principal experimente cambios, con nuevas dependencias para disponer de “un buen uso profesional y también social”. En total, la parcela contará con una superficie construida próxima a los 11.000 metros cuadrados.

‘Esencia Matarromera’ supone “un salto cualitativo” en la historia de la bodega aunque en mayo está previsto que lo que esté finalizada sea la parte externa y también la de enoturismo, para volver a dar servicio a esas personas “muy amantes del vino” que en el último año no han tenido ocasión de visitar la bodega, lo que ha generado una amplia lista de espera, en especial de gente llegada de México. “Nos concentramos en la excelencia del vino y esto supone un esfuerzo de inversión”, reconoció Carlos Moro, quien expresó su deseo de “no defraudar” a los clientes, sino “cautivarles más para esta zona, esta región y este país”, declaró.

Moro no ocultó que las visitas a Matarromera son “de alta costura” y en ella se catan los vinos “de alto nivel” en una bodega que estaba recibiendo alrededor de 5.000 visitas al año. Con la mejora de las instalaciones, se prevé que este dato pueda incrementarse, aunque no es el objetivo, ya que “no está preparada para una exposición masiva”, una necesidad “muy cubierta” con otras bodegas, sino que se quiere atender la demanda de visitas “exclusivas” con la cata de vinos “históricos” y para gente “con un punto de vista muy especial”.

Más allá del vino

Otro de los aspectos de este proyecto tiene que ver con la seguridad vial ante las “dificultades” en la zona de acceso a la carretera nacional. Para ello, Matarromera ha “cedido” parte de sus terrenos para el desarrollo de un carril de aceleración y otro de aceleración para hacer “más seguro” cualquier movimiento en la zona y el acceso al nuevo complejo y la salida de él. El mal tiempo de las últimas semanas ha ralentizado el inicio de los trabajos de estos trazados, que se espera puedan iniciarse en el mes de febrero.

El compromiso con el medio ambiente es algo “implícito” en el proyecto, con la orientación de las naves o la reutilización del agua depurada para el riego. “El compromiso con el medio ambiente es algo transversal”, explicó la responsable de medio ambiente en las bodegas Matarromera, quien relató algunas de las cuestiones más relevantes, como son la mejora de la gestión de la energía, la incorporación de un novedoso sistema para el almacenaje de la energía térmica, la instalación de fotovoltaica en la cubierta del nuevo aparcamiento que se estima que permitirá satisfacer la necesidad energética de la bodega durante el día, la mejora de la Estación depuradora de aguas residuales o e fomento de un enoturismo sostenible con un espacio destinado a bicicletas eléctricas y dos puntos de recarga de vehículos eléctricos.

También el equipamiento es “de última tecnología” y se han elegido elementos “con representatividad”, de manera que se observarán piedras de la zona que representan la tradición, el homigón dará efecto de permanencia y el roble como símbolo del vino. “Queremos que sea todo integrador y transmita la esencia de Matarromera”, añadió el responsable de comunicación y estrategia en bodegas Matarromera, Roberto Sanz.

Por último, el nuevo proyecto de enoturismo dispondrá de un nuevo jardín de variedades de uvas autóctonas de la zona, aunque la gran novedad será la creación de espacios “únicos y diferenciales” en los que podrán “convivir grupos distintos entre sí”.