Roque Mesa, el fichaje que pidió Sergio González, ya carbura

M.B
-

El medio centro canario se ha convertido en el jugador clave en las últimas jornadas

Roque Mesa. - Foto: AFP7 vía Europa Press

Roque Mesa llegó tarde a Valladolid. Hasta el 5 de octubre, último día del mercado de fichajes, no se hizo oficial su traspaso al club blanquivioleta por tres temporadas. Al canario, veterano mediocentro de 31 años curtido en batallas en Las Palmas, Sevilla o Leganés, más una pequeña aventura en la Premier de la mano del Swansea City, le esperaban en Zorrilla desde meses atrás. Fue una de las peticiones de Sergio González a la Dirección Deportiva acabada la pasada campaña. Y el club esperó, con paciencia, con mucha paciencia, a que el de Telde llegase a un acuerdo con el Sevilla para rescindir su contrato que finalizaba en 2021.

Canario de 31 años (cumplirá 32 en junio), Roque Mesa era la pieza que quería Sergio para su centro del campo. Con Alcaraz, Fede SanEmeterio y Kike Pérez seguros en esa zona, el técnico buscaba una alternativa a Míchel Herrero, que bien podía salir o bien si se quedaba sabía que su rol iba a ser menor. El elegido era un  jugador que hasta la 2014-15 no se había asentado en la elite, tras pasar por las canteras del Levante o del Tenerife. Fue en Las Palmas de la mano de Paco Herrera, que llegó a dirigir al Pucela posteriormente en la temporada 2016-17. 

Desde entonces, con ascenso a Primera incluido, Roque se hizo grande en una UD Las Palmas superlativa, con Javi Varas, Jonathan Viera, Araujo o Willian Jose, más Tana, Boateng... Estuvo cerca del Sevilla pero finalmente en 2017 se fue a Inglaterra con un contrato con el Swansea, tras pagar 12,5 millones de euros y ofrecerle una ficha de  2,5 millones de euros netos (unos cinco brutos) por temporada (según publicaba en su día EstadioDeportivo). Allí jugó 11 partidos ligueros, 9 como titular, en el primer trampo de la campaña, más 5 en las Copas, con el dorsal 51. Llegó a contar con una canción de la afición: ‘El maestro del bigote’.

En enero de 2018 regresó a España, cedido al Sevilla, que ya llevaba dos años pretendiéndole. Aunque apenas jugó 7 partidos, 4 de ellos como titular, se quedó, ya en propiedad en Nervión, por unos 6 millones. En la 2018-19 se asentó como hispalense, con 31 encuentros jugados y 2 goles en Liga; y 12 más disputados en la Europa League, con 1 gol anotado. 

A pesar de ello, en el verano de 2019, Lopetegui no contaba con él y se le buscó acomodo. Real Valladolid y Celta preguntaron por el canario, aunque finalmente fue el Leganés el que se hizo con un medio que, por entonces, era conocido por el famoso bigote que lucía, hasta el punto de bromear con él cuando llegó a Sevilla: «Nuevo club, nuevo reto, nueva vida, pero con mi bigote». «Es una pequeña promesa con mi esposa porque le dije que no me afeitaría el bigote hasta que me llame el equipo nacional español», llegó a explicar hace años sobre ese rasgo en su cara, que hoy no luce.

Con el Leganés disputó 29 encuentros (22 de inicio), pero los pepineros acabaron descendiendo y Roque regresó a Sevilla, trabajando con los descartes hasta encontrar destino. El Cádiz le quiso. Y Sergio volvió a insistir por él. Hablaron con el canario, le convencieron y le esperaron. Primero hasta octubre. Y luego hasta ponerse en forma. Jugó unos minutos ante el Alavés en octubre y notó la falta de ritmo. Tuvo incluso momentos de duda, propios y del cuerpo técnico hacia él. Pero a primeros de diciembre se hizo con la titularidad y fue cogiendo peso.

Hoy es el pulmón del Pucela, el enganche entre defensa y ataque, la continuación de Sergio en el campo. Él le pidió. Y ahora es Roque el que le está respondiendo.