El 'síndrome Youtube' de los nuevos deportistas

Óscar Fraile
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Traumatología del Río Hortega recibe un creciente número de pacientes con tendinopatías, sobrecargas y fascitis debido a la práctica de ejercicio en casa con tutoriales que no siempre son los más adecuados

Una persona realiza ejercicio con un tutorial en televisión. - Foto: Jonathan Tajes

El sedentarismo se ha revelado como una de las grandes amenazas del confinamiento, sobre todo durante el periodo en el que los ciudadanos no disponían de tiempo para salir a la calle a hacer ejercicio. Así, muchas habitaciones se han convertido en gimnasios improvisados y Youtube en un profesor que no siempre da buenos consejos. En esta red social hay multitud de vídeos de profesores, o aprendices de ello, que proponen ejercicios a los internautas. Pero no siempre los más adecuados. Y aunque los consejos procedan de un profesional y sean válidos, no siempre están adaptados a todos los espectadores.

La necesidad de hacer deporte en casa y la falta de asesoramiento en la mayoría de casos para ello ha tenido sus consecuencias en las consultas hospitalarias. El traumatólogo del Río Hortega Javier Nistal ha llegado a poner nombre a esta realidad a la que se están enfrentando: ‘síndrome de Youtube’ o ‘síndrome de confinamiento’. Un problema que también ha llegado a afectar a personas que no estaban habituadas a hacer ejercicio, pero que han notado una renovada necesidad al estar encerradas en casa. El cóctel formado por la falta de costumbre y el esfuerzo desmedido ha hecho el resto.

Nistal asegura que han sido cuatro las patologías más atendidas en las últimas semanas: tendinopatías, fascitis, lesiones de rodilla y fracturas por sobrecarga. «Se debe, básicamente, a que las personas han empezado a hacer tutoriales de Youtube y cosas que no hacían antes», reconoce el doctor. Por ejemplo, han atenido que atender varias roturas de menisco de pacientes que se habían acostumbrado a correr en casa en círculo. «Al hacerlo siempre hacia el mismo lado, la rodilla se carga hacia la parte interna, algo que no sucede cuando corres en línea recta», explica. A todo ello hay que añadir otros incidentes más frecuentes, como caídas, torceduras y golpes.

Evidentemente, esto no significa que no sea recomendable la práctica de deporte en casa, pero siempre de forma moderada y adaptada a las capacidades de cada uno. Y si puede ser con el consejo de un profesional, mejor.

Lo mismo ha sucedido con las pesas. El traumatólogo asegura que han recibido consultas de personas que las hacían con artilugios preparados en casa y en posturas no recomendables. Consecuencias: contractura lumbar y lesiones cervicales. «El mayor bulo que existe es Youtube, porque tú ahí entras y al final no entrenas con el mejor, sino con el que más vende», dice el doctor.

La repetición del mismo ejercicio todos los días también ha provocado algunas lesiones. «Son fracturas por estrés, un hueso que se rompe por machacarlo, por un montón de microtraumatismos de repetición», asegura Nistal. Muchas de estas consultas, las menos graves, se han resuelto por teléfono, con indicaciones como dejar de hacer el movimiento dañino y hacer ejercicios de descarga. Y un consejo: «déjese asesorar por profesionales del deporte».

Salida a la calle. Los problemas no han desaparecido desde que el Gobierno permite dos tramos horarios para salir a hacer ejercicio a la calle. Una opción por la que se ha decantado mucha gente que no tenía costumbre. «Les hemos dado consejos para antes, durante y después de la actividad», señala. Algunos de ellos para evitar contagios: «Por ejemplo, cuando vamos a correr tenemos que dejar de cinco a diez metros de distancia entre las personas y, si nos encontramos con alguien que va también corriendo, tenemos que tratar de ir siempre en paralelo, no detrás, porque cuando alguien tose o respira se pueden quedar las partículas en el aire”. En la bicicleta, la distancia tiene que ser proporcional a la velocidad. «A unos 25 kilómetros de distancia, hay que dejar unos 20 metros entre ciclistas», asegura. Y por supuesto, no tocar farolas, bancos ni otro mobiliario urbano cuando haya que calentar.

También la falta de actividad ha supuesto un problema importante desde que hace dos meses se decretase el estado de alarma, aunque los efectos del sedentarismo se suelan manifestar a largo plazo. El presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, José Luis Almudí, asegura que la pérdida de masa muscular y el aumento de peso han sido los problemas físicos más frecuentes, pero en atención primaria también han atendido casos de ansiedad y obsesiones. Además del «miedo a salir, a contagiarse e ir al centro de salud, y eso es malo para los enfermos crónicos», finaliza.