El Recoletas Atlético Valladolid deberá competir ante el BM Logroño sin centrales, tras la lesión de Borja Méndez en el anterior encuentro ante el Ademar de León, y obligado a basar su juego en la defensa, ya que el ataque perderá fluidez sin ese referente en la cancha.
Pero el equipo está "ilusionado", porque "es uno de los partidos bonitos que se pueden ver en Huerta del Rey, ante un gran equipo, con una gran plantilla y que realiza un gran balonmano", según ha explicado este viernes el técnico del equipo, David Pisonero, en rueda de prensa.
Apenas han contado con tiempo de preparación, ya que el miércoles se enfrentaron al cuadro leonés "pero Logroño es un rival que tácticamente está trabajado y analizado y, si bien ha cambiado muchos jugadores, en esencia es lo mismo, con más pólvora, tras la llegada de Dutra y Rivero en la primera línea", ha explicado en declaraciones que recoge Efe. Otros de sus refuerzos como El Korchi, Kisselev o Javi Rodríguez fueron pretendidos por el conjunto vallisoletano "porque son jóvenes con proyección que, ahora, no están a nuestro alcance", ha comentado Pisonero, "lo cual dice mucho del equipo que va a estar enfrente este sábado", ha añadido.
"Nosotros estamos cuidando las huestes, porque salimos tocados físicamente del partido ante Ademar, que dejó un sabor agridulce, tras el buen rendimiento de la primera mitad, en el que se dio un gran paso, con un gran crecimiento táctico, pero que se desmoronó como un castillo de naipes al lesionarse Borja", ha precisado.
Además, Roki también "está con pinzas y es seria duda para este compromiso liguero", al igual que Jorge Serrano, cuya evolución está siendo positiva, lo que le permitirá contar con algunos minutos "aunque su participación será más bien testimonial", ha aclarado el entrenador vallisoletano.
A pesar de todos estos obstáculos "al final van a jugar 14 guerreros que venderán caros los puntos y que tratarán de aprovechar al máximo sus armas y su unión para poner las cosas lo más difíciles posibles al rival, haciendo hincapié en la defensa y la portería, sobre todo", ha analizado.
En este sentido, Pisonero es consciente de que "faltan opciones", por lo que habrá que "echar mano de la improvisación y la originalidad, jugando con dos pivotes, con zurdos, dando protagonismo a la cantera y basando el juego en el sistema defensivo, ya que en ataque el equipo lo va a pasar mal". "Es un partido para que den un paso adelante los que han estado menos activos, como en el caso de Mauricio Basualdo, de Roki, si finalmente llega, y de los canteranos, entre los que estará Pablo Herrero, aunque sabemos que son todo parches, ante tantas bajas", ha precisado.
Por último, Pisonero ha pedido el apoyo de la afición para poder contar con un plus, más necesario que nunca: "el público va a ser fundamental, porque pueden pasar muchas cosas, al no estar preparado el equipo para jugar con algo así, y es gente que sabe, que entiende de balonmano y que valora cómo se afronta el partido".