La futura, y aún en fase embrionaria, peatonalización de hasta cuatro calles del casco histórico de Valladolid divide a comerciantes y hosteleros. El Ayuntamiento, desde la Concejalía de Movilidad y Espacio Urbano, ha vuelto a retomar la idea de cerrar al tráfico varias calles del casco histórico. Concretamente cuatro, Claudio Moyano, María de Molina, Constitución y Menéndez Pelayo. En el caso de las dos primeras llevan encima de la mesa desde la anterior legislatura. En el caso de las otras dos sería la consecuencia de la peatonalización de esas primeras. Los dueños de los comercios de estas arterias dudan sobre la idoneidad de este cierre al tráfico. Muchos apuestan por el sí, pero facilitando la llegada del cliente en sus vehículos. «Hay muchas ciudades en las que la ORA es gratis los sábados», apunta Raquel Barroso, desde La Petit Cloe en Menéndez Pelayo. Otros tienen dudas. «No sé si va a ser para bien o para mal», señala Mónica Calvo, de Papelerías Ambrosio Rodríguez, aunque se decanta finalmente por el no. Como la mayoría de los encuestados por ‘ElDía de Valladolid’ en María de Molina. Precisamente una de las calles más cerca de peatonalizar. «Claudio Moyano o María de Molina son claras candidatas a la peatonalización», señalaba hace una semana el alcalde, Óscar Puente, en declaraciones que recogía Europa Press, en las que añadía que sobre María de Molina, el proyecto se encuentra en un momento «puramente embrionario» ya que se ha «lanzado» la idea y, según apuntó, entre los comerciantes hay «un debate importante». Por ello apostaba por abrir un «proceso de diálogo» partiendo de un estudio «a fondo» de la movilidad del entorno, ya que recordó que María de Molina tiene varias calles adyacentes con tráfico y con un número de aparcamientos «importante» que da servicio a demás a los residentes de la zona.
«La posición de Fecosva es muy clara la peatonalización de más calles deben ser consensuadas con los comerciantes, que son los que dan vida social y económica a las calles de Valladolid», se señala mientras desde Fecosva. «Tenemos dudas por la cantidad de plazas de garajes. Por ejemplo en un edificio de Zúñiga hay 100 plazas, lo que genera un tránsito continuo de vehículos», matiza Alejandro García Pellitero, de Avadeco.
Hay debate.