El precinto judicial del club Latino ha vuelto a ser violentado para entrar dentro del local, pese a la clausura judicial. Es la segunda vez que ocurre en los veinte días que el establecimiento de la avenida de Burgos lleva cerrado por orden judicial.

La anterior se produjo horas después de que se desarrollase la operación policial en este y otros dos prostíbulos, así como en catorce domicilios de Valladolid, León y Palencia, si bien aquella vez parece que el objetivo era robar la recaudación de las máquinas tragaperras del club de alterne. Ahora se desconoce el motivo concreto de la entrada irregular, pero fuentes policiales consultadas por este periódico, sí confirman que el precinto ha vuelto a ser violentado para acceder y que se investiga como un robo con fuerza.

El Latino se convirtió el pasado 25 de mayo en el epicentro de una operación contra el narcotráfico, la prostitución y el blanqueo de capitales que acabó con 25 personas detenidas, si bien 21 quedaron horas después en libertad. El caso continúa bajo secreto de sumario.