El Cerro de San Cristóbal, abandonado y pasto de la basura

M.B
-

El alto, situado en el sureste de la ciudad, se ha convertido en una especie de vertedero de 20 hectáreas, con desechos de comida, bebida y ropa, y muchos escombros

Además de suciedad la zona empieza a tener ya escombros. - Foto: Jonathan Tajes

Es una de las zonas verdes de la ciudad. Algunos, incluso, la equiparan a la de Las Contiendas, pero su actual estado es de abandono, convirtiéndose poco a poco en una especie de basurero, con restos de comida, bebida, incluso ropa, y cada vez más escombros de alguna obra. El cerro de San Cristóbal no presenta sus mejores galas. Tampoco es que sea un vertedero como tal, pero lo está empezando a ser. Y sus cada vez menos visitantes –principalmente deportistas con bicicleta o paseantes de La Cistérniga y zonas cercanas– echan en falta su limpieza.

La parte alta de este cerro situado al sureste de la capital, de más de 20 hectáreas, lleva varios años en el limbo. Prácticamente desde que en febrero de 2016 se desmontase el monumento a Onésimo Redondo, que había sido inaugurado por Francisco Franco el 24 de julio de 1961 para conmemorar el 25 aniversario de la muerte del fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), también conocido como el ‘Caudillo de Castilla’. 

Desde aquella fecha, con un proyecto de por medio que no se ha llevado a cabo y que difícilmente se realizará en los próximos años, esta zona, que tiene una de las vistas más altas de la ciudad gracias a sus casi 850 metros, se ha ido abandonando poco a poco. 

La zona lleva prácticamente cuatro años sin limpiar, con desechos de comida, bebida e incluso ropa. La zona lleva prácticamente cuatro años sin limpiar, con desechos de comida, bebida e incluso ropa. - Foto: Jonathan TajesEl titular del solar es el Ministerio de Economía y Empresa (al menos así figura en la relación de los bienes inmuebles que son propiedad de la Administración General del Estado), que cuenta con varios repetidores y antenas de comunicaciones, al ser uno de los centros emisores en Valladolid. 

Con una sola entrada, a la que se llega a través de la conocida como carretera del Cerro –que tampoco se encuentra en el mejor de los estados–, desde la avenida de Soria en La Cistérniga, la explanada presenta suciedad y restos actuales y de hace ya varios años. Latas, botellas de cristal y de plástico se mezclan con bolsas de restaurantes de comida rápida, e incluso con ropa, zapatos, zapatillas y sujetadores. 

Prácticamente el camino de tierra caliza que recorre el cerro está salpicado por esa suciedad, intercalada ya con escombros de obras. «No se trata de jóvenes del pueblo que hacen botellón, ya que no suele ser una zona frecuentada por ellos, que prefieren la zona de las bodegas, el cerro Conejos; más bien es gente que sube en coche y acaba tirando de todo», señalan vecinos de La Cistérniga, mucho más cercanos que los de Valladolid, ya que el centro de la capital se sitúa a 5 kilómetros.

El cerro, que bien podría ser un nuevo pulmón verde de Valladolid, mantiene en sus laderas mucha vegetación, con cipreses entre otros árboles, y algunos caminos para rutas de senderismo y en bicicleta.

La propuesta de parque forestal sigue estancada

El Ayuntamiento de Valladolid ya ha puesto encima de la mesa en dos ocasiones una propuesta para el cerro de San Cristóbal. El último data de 2016 y buscaba convertir la zona en un parque forestal, al estilo de Las Contiendas. Lo hizo público el concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, el mismo año del derribo del monumento a Onésimo Redondo. La idea era ir de la mano con la Junta, solicitar la cesión de parte del Ministerio, e invertir alrededor de un millón de euros para adecuar la zona, habilitar una nueva conexión, construir miradores y contar con caminos para la práctica del senderismo o de la bicicleta de montaña.

La iniciativa no salió adelante y actualmente, en medio de una pandemia, no está ni siquiera incluido en los presupuestos del Ayuntamiento, aunque el concejal Manuel Saravia sí tiene intención de «reimpulsarlo» una vez que el terreno esté en manos municipales.

La idea de ese parque forestal la llevó, incluso, el anterior alcalde, León de la Riva, en su programa para las elecciones de 2015.