El Chami quiere la octava

D.V.
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El Salvador, que no la gana desde aquel 2016 en Zorrilla, se mide al vigente campeón, el Alcobendas, en una final que se disputará el domingo en Burgos ante solo 194 personas

Los chamizos levantaron su última Copa del Rey en 2016, en el estadio José Zorrilla. - Foto: Miriam Chacon

La ciudad de Burgos acoge este domingo la gran final de la Copa del Rey de rugby, un partido en el que se enfrentarán Silverstorm El Salvador frente al Lexus Alcobendas Rugby. Los madrileños son los vigentes campeones, mientras que el Chami, que perdió las de 2018 y 2017, buscará reeditar el éxito en la final de 2016, cuando se impuso a su eterno rival, el VRAC Quesos Entrepinares, por 13-9, en aquella mítica final del estadio José Zorrilla.

Nada que ver con el ambiente que espera a los vallisoletanos en el campo Bienvenido Nieto del complejo de San Amaro, donde  solamente podrán acceder 194 personas, debido a las restricciones provocadas por la pandemia. La Federación de Rugby ha repartido 60 entradas para cada club finalista y el resto serán para invitaciones y otros compromisos federativos, así como de los organizadores y la prensa. El partido correspondiente a la LXXXVII edición de la competición se disputará a las 12.30 horas del mediodía y podrá seguirse en directo por Teledeporte, según informa Efe.

El Salvador ejercerá como local por criterios de antigüedad y el partido se presenta como espectacular debido a que se van a ver las caras dos de los mejores equipos del rugby nacional y que terminaron el año pasado en segundo y tercer lugar la División de Honor 2019-20.

Además, el Alcobendas, que solamente tiene una Copa del Rey, la logró en 2019, es decir, que es el actual campeón de la competición y buscará en Burgos retener una corona a la que aspira El Salvador, club que posee ya siete en sus vitrinas pero que no la gana desde el año 2016 y quiere la octava.

Por otro lado, los últimos enfrentamientos entre ellos hacen prever una final muy igualada, ya que de las últimas cinco veces que se han medido, han sido dos victorias para cada uno de los equipos y un empate. Ingredientes de lujo para poder disfrutar de un gran encuentro.

Esta será la segunda vez que Burgos acoja este evento, pero hace mucho del primero, puesto que fue en el año 1984 cuando el Arquitectura venció al Barcelona por un ajustado marcador de 12-10. Ahora, 26 años después, la final regresa a la capital burgalesa y lo hace con un partido  marcado por el coronavirus.