Sin pensar ni mirar atrás. Con la mente en sumar, y a ser posible de tres, desde este miércoles. Con la permanencia como único y real objetivo. El Real Valladolid visita este miércoles (19.00 horas) al Athletic en San Mamés, el estadio donde el Atlético de Madrid se dejó el domingo su última ventaja al frente de la Liga.

El Pucela recupera hoy el encuentro aplazado de la jornada 33, que le puede salir de nuevo de los puestos de descenso. Un punto le valdría. Pero quiere los tres, como dejó claro ayer, ante alguna, su entrenador, Sergio González. Aunque sus dos últimos partidos, ante Elche y Cádiz, se han saldado con sendas igualadas. Cada uno con matices. Sobre toda la última, en la que tras una excelsa primera parte, el equipo se 'cayó' en la segunda sin explicación.

Pero lo dicho, lo anterior ya no vale. Lo de hoy es una nueva batalla por rebasar los 30 puntos y volver a tomar un poco de aire.

Sergio González baraja un cambio de sistema, con cinco defensas. Con ello, se podría prever una línea defensiva de cinco jugadores, con tres centrales -ya que ahora tiene a todos disponibles, tras la recuperación de Javi Sánchez y el regreso a la convocatoria de Kiko Olivas-, y Janko y Olaza en los laterales. Orellana y Óscar Plano parecen fijos en el once titular, siendo la figura de Roque Mesa la que contaría con más dudas en ese centro del campo, informa Efe, y, a priori, volvería a contar con Weissman y Marcos André en punta de ataque, puesto que Kodro no puede jugar este partido, mientras que Guardiola quedaría como revulsivo.

El técnico no desvelará la convocatoria hasta los instantes previos del duelo. Ayer comentó en la rueda de prensa previa que el equipo tiene que ser "más completo y aguantar los 90 minutos, en la fase buena ser más resolutivos y en la fase menos buena apretar los dientes, saber sufrir y tener la capacidad para aislarnos y focalizar". 

Por su parte, el Athletic quiere ahondar en el buen partido del domingo ante el Atlético (2-1) que le sirvió para abandonar la depresión a la que había caído tras perder, sin ser lo competitivo que esperaba, las dos finales de Copa que ha tenido este mes de abril.

Aunque también fueron claves y tuvieron una brillante actuación los goleadores Íñigo Martínez y Alex Berenguer, y un Ander Capa pletórico hasta su lesión a poco del descanso, lo que realmente ilusionó a la afición rojiblanca fue el comportamiento del nuevo tridente que se asoma, el que forman Oihan Sancet, Jon Morcillo y Asier Villalibre, y que tuvo en jaque todo el choque al líder.

Especialmente destacable fue el arranque de Sancet, una 'perla' de la que se espera mucho Lezama pero que no había acabado de plasmar sobre el césped la calidad que se reconoce. Ese buen partido de los meritorios, que ya fueron titulares hace una semana en un Benito Villamarín al que el Athletic acudió derruido en lo anímico por el 0-4 de la final de Copa contra el Barça, hace pensar en una continuidad en el once.

A ello ayuda la lesión de Iker Muniain, el proceso febril por el que pasó el domingo un Raúl García que se cayó a última hora de la convocatoria y lo mejorado que se mostró Iñaki Williams saliendo en el último tramo del encuentro. La de Muniain es una de las seis bajas seguras del Athletic. Otras cuatro son las de los también lesionados Yuri Berchiche, Capa, que se perderá lo que queda de temporada, Peru Nolaskoain y Oier Zarraga; y tampoco jugará Unai Vencedor, que ante el Atlético cumplió ciclo de tarjetas amarilla.

Habrá que ver también si ya están disponibles Raúl García de su proceso febril y Yeray Álvarez de la lesión muscular con la que acabó la final de Copa. Ambos, no obstante, se mostraron mejorados el lunes en el regreso al trabajo en Lezama.

Con todos esos condicionantes, las dudas en la alineación son las de Oscar de Marcos o Íñigo Lekue en el lateral derecho, el doble pivote al que optan Dani García, Unai López y Mikel Vesga.

También si Marcelino García Toral mantiene en el once al goleador Alex Berenguer tras tres titularidades en semana y media u opta por devolver a Williams al once, incluyo saliendo en una banda. Unai Simón, bajo palos, y Unai Nuñez, Iñigo y Mikel Balenziaga, en defensa, parecen fijos.