La consejera de Sanidad advierte, desde hace ya semanas, de que dos de cada tres brotes de coronavirus nacen en encuentros familiares o reuniones de amigos y la Junta se ha decidido a dar un paso más para tratar de mitigar esa problemática, acotando a un tope de 6 personas las reuniones tanto en casa como en la calle o en una terraza, y dando una vuelta de tuerca a la actividad permitida en los bares, principales puntos de encuentro, al prohibir el consumo en barra, así como fumar en las terrazas.
Las nuevas medidas continúan con la tendencia iniciada ya en el mes de agosto, cuando se decidió cerrar los bares nocturnos, se puso la una de la madrugada como hora tope de apertura para el resto de los locales de hostelería y se limitó, también, el máximo de clientes que se podían reunir en una terraza: 10. Después, en septiembre, al ver que seguía el avance de la pandemia, llegaba un nuevo recorte, al reducir al 50% el aforo en el interior de los bares. Yahora, esta última vuelta de tuerca, que ha soliviantado a un sector que se siente señalado por los responsables sanitarios: «Los actos de culpabilidad que apuntan a nuestro sector los consideramos desproporcionadas», defienden desde la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería (APEH), de Valladolid, que recibieron este jueves la noticia del ‘cierre’ de las barras: «Estas medidas vuelven a demostrar que se imponen políticas restrictivas en lugar de soluciones preventivas o propuestas de ayudas a un sector que está sufriendo las peores consecuencias en esta fase de la pandemia, por las limitaciones continuas que está sufriendo por parte de las autoridades».
«NO ES VECTOR DE CONTAGIO»
Los hosteleros claman contra las nuevas limitaciones y lamentan que se vuelva a poner «el foco de los contagios en la hostelería de manera injustificada». Esgrimen datos nacionales de las mutuas que desvelan que poco más de un 5% de los trabajadores de hostelería han tenido baja laboral por culpa del coronavirus frente a sectores como el comercio, donde supera el 7%. Apuntan, además, que aquellos países en que se registran cifras de casos por sectores profesionales, como es el caso de Inglaterra, «los datos reflejan que la hostelería no es vector de contagio», pues «sólo supone un 3% de las infecciones, según el informe de Public Health England (PHE)», según especifican las mismas fuentes.
En este sentido, los hosteleros piden que «deje de situarse el foco de contagio en este sector, porque no existen evidencias sanitarias ni datos que justifiquen todas estas restricciones». «La criminalización del sector solo agrava la situación que ya sitúa en 100.000 el número de establecimientos hosteleros que podrían echar el cierre (en todo el país) con lo que supone de pérdida de miles de puestos de trabajo».