Las asociaciones de padres y madres de alumnos de Castilla y León han acogido con “miedo” e “incertidumbre” el anuncio realizado ayer por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, de las fases previstas para el retorno a los centros educativos. Para el presidente de la Confederación de AMPAS de Centros Públicos de Castilla y León, Confapacal, David Moya, la decisión de posponer el inicio de las actividades escolares hasta el próximo curso es “un desastre a nivel de conciliación”, que ha acabado convirtiendo en realidad un temor que ya tenían, informa Ical.
“Llevamos más de 40 días confinados y los problemas de conciliación ya se estaban mostrando claramente, tanto en quienes tienen teletrabajo como en casos donde los dos progenitores tienen que trabajar de forma presencial. Si ahora la idea es retomar paulatinamente toda la actividad con trabajo presencial el problema se irá acrecentando y no hay ninguna solución en el horizonte”, lamenta en declaraciones recogidas por Ical.
Moya recuerda que el anuncio realizado ayer contempla que los menores en etapa infantil cuyos padres justifiquen que tienen que trabajar podrán ir al colegio, pero se pregunta qué sucederá con el resto. “Un niño de 7 u 8 años tampoco se puede quedar solo, y ¿qué opción hay? ¿Dejarle con los abuelos, que son personas de riesgo? No”, denuncia antes de reclamar “una solución o esto será un desastre”.
Respecto a la vuelta a las aulas el próximo 25 de mayo de los alumnos que este año afrontarán la EBAU o tengan que pasar de nivel educativo, subraya que “es el alumnado que más necesita las clases presenciales, bien para finalizar toda la materia prevista o para reforzar lo aprendido durante el curso antes de la EBAU”, aunque reclama que ese regreso se haga “con las mejores condiciones sanitarias y de seguridad posibles”.
Asimismo, recordó que las “muchas diferencias” en la carga de deberes que se están produciendo estos días entre unos profesores y otros del mismo nivel educativo “no son algo nuevo de la pandemia”.
Por su parte, la presidenta de la Federación Católica de Asociaciones de Madres y Padres de Valladolid (Fecampa) y representante en Valladolid de la Confederación Católica de AMPAS de España (Concapa), Ángela Melero, incidió en la necesidad de permitir “conciliar” a las familias: “Hay que intentar que la vuelta a la normalidad vaya despacio pero deberían ponérnoslo más fácil a las familias”.
En su opinión, en estos momentos existe una “sensación de miedo y de mucho respeto ante la situación”. “Necesitamos saber qué protocolos sanitarios se van a llevar a cabo ya no solo el curso que viene, sino este con los alumnos que tengan que superar la EBAU. ¿Tendrán que llevar mascarillas? ¿Guantes? ¿Habrá mamparas? ¿Se bajará la ratio de alumnos por clase? Todo está en el aire y se está generando incertidumbre porque nadie concreta nada sobre un papel”, argumenta.
Melero reclama “concreción” y “protocolos sanitarios fiables”, además de pedir al Ejecutivo y a la Consejería de Educación “que hablen con las familias”, ya que, a su juicio, “parece que la brecha entre el político y la vida cotidiana es total”.
En su opinión, para valorar si se supera o no un curso habría que distinguir etapas educativas, ya que “no es lo mismo infantil y primaria que bachillerato”. “En segundo de bachillerato se están jugando el acceso a la universidad y perderse un curso, y deberían aflojar un poco”. Por otra parte, considera que en infantil, primaria y en la ESO “deberían seleccionar contenidos y reforzar lo ya dado”, para “el año que viene incidir con más énfasis en lo que no se ha podido abordar este curso”.