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Más de seiscientos aficionados en Valladolid, entre los que estaban el alcalde y el presidente de la Diputación, y miles de vallisoletanos en la capital celebraron en Madrid que el Real Valladolid sigue siendo un equipo de Primera. En medio de las fiestas de San Pedro Regalado hay guiños con el equipo como en los autobuses de Auvasa, que recuerdan a sus usuarios que su equipo sigue entre los grandes. Pero la fiesta en la Plaza Mayor que prometió el alcalde se retrasa al final de la Liga por deseo del Real Valladolid.