«Hemos duplicado la producción de dexametasona en pandemia»

Óscar Fraile
-

El director de la planta de Curia, antigua Crystal Pharma, en Boecillo, José María Martínez, destaca la capacidad de adaptación del equipo que capitanea para atender la demanda de este principio activo

El director de la planta de Curia en Boecillo, José María Martínez. - Foto: Jonathan Tajes

La pandemia ha exigido un esfuerzo social colectivo que ha sido especialmente importante en muchos colectivos. Quizá el más visible haya sido el sanitario, pero hay otros, como el farmacéutico, que se han revelado claves para superar la peor parte de esta crisis sanitaria. La empresa Curia, situada en el Parque Tecnológico de Boecillo, produce uno de los principios activos más importantes en el tratamiento de casos graves de covid: la dexametasona. Durante los últimos meses su actividad se ha vuelto frenética, con lo que eso implica a nivel de organización. Para reconocer esta labor, CEOE Valladolid y la Asociación de Químicos de Castilla y León han concedidos sendos premios al director de la planta de Boecillo de esta empresa, José María Martínez, que lleva casi un cuarto de siglo en la compañía, desarrollando diferentes responsabilidades.

¿A qué se dedica Curia en Boecillo?

Curia España procede de la antigua Crystal Pharma, que se instaló en el Parque Tecnológico de Boecillo en 1996. Desde el principio hemos estado enfocados en el desarrollo, fabricación y comercialización de principios activos farmacéuticos, que es la parte que tiene propiedades terapéuticas del fármaco. Con el paso del tiempo hemos implementado algunas tecnologías que han mejorado el nivel de producción de la fábrica. Ahora mismo en Boecillo estamos fabricando principios activos por síntesis química de la familia de los esteroides, y otros de otras familias de productos. Y lo más cercano a la fabricación del medicamento final, que son los principios activos en condiciones estériles. Vendemos estos productos a laboratorios farmacéuticos. Eso, en España, pero Curia, a nivel global, tiene instalaciones de desarrollo, fabricación e incluso de formas terminadas. Curia ha sido, por ejemplo, fabricante de vacunas para el covid. En España tenemos tres centros. El principal es el de Boecillo y luego hay dos que están vinculados a actividades de I+D, uno en León y otro en San Cristónal de Entreviñas (Zamora).

¿En Valladolid no se hace nada de I+D?

Aquí tenemos un centro de I+D sobre síntesis química que da soporte a todo el Grupo para los nuevos productos que se convertirán en genéricos en los próximos años.

¿Qué sensación le ha dejado recibir recientemente sendos premios de CEOE Valladolid y la Asociación de Químicos de Castilla y León por su trabajo durante la pandemia?

El primero es un reconocimiento a la labor que hemos desarrollado en la fabricación de un principio activo que ha demostrado ser muy eficiente para los enfermos de covid. Que una institución como CEOE Valladolid te premie como la mejor empresa de 2020 es motivo de orgullo. Estoy muy contento, pero no quiero hablar en primera persona.Me gustaría destacar que estos reconocimientos son fruto del trabajo en equipo. El equipo es el que es capaz de hacer que esto funcione y de conseguir los retos que nos planteamos. El año pasado recibimos cartas de personas que tenían algún familiar en la UCI al que les estaban administrando ese principio activo. Y ver esa conexión tan directa entre lo que estás haciendo y lo importante que es para salvar vidas, es una gran satisfacción. Cuando aquí se planteó que teníamos que echar el resto para fabricar más, todo el mundo arrimó el hombro. Entendieron que estábamos siendo bastante útiles para la sociedad. El premio de la Asociación de Químicos tiene un componente más personal, porque es un reconocimiento de mis compañeros de profesión. Que la ciencia en 2020 haya aparecido tanto en los periódicos es un gran avance, algo que tenemos que poner en valor. Y el hecho de que tus colegas consideren que tú has sido un referente este año para ayudar a esto, es muy satisfactorio.

¿Qué decían esas cartas que recibieron?

Eran cartas escritas desde el corazón. Dándonos las gracias solo por el hecho de hacer nuestro trabajo. Solo con eso nosotros estamos muy contentos. Si encima nos dan premios...

La empresa decidió en julio cambiar el nombre de Crystal Pharma por el de Curia después de 25 años de implantación en la Comunidad. ¿Por qué?

Hasta 2015 Crystal Pharma fue una empresa familiar cuyas fábricas estaban localizadas en Castilla y León, aunque hemos tenido algunas inversiones en Malta. En ese año se vendió la empresa al grupo farmacéutico AMRI, con sede en Estados Unidos. En los últimos años este Grupo ha tenido un importante proceso de expansión, con un buen número de adquisiciones entre 2014 y 2017. El cambio de nombre es un paso más para integrarlas. Es cierto que Crystal Pharma era muy conocida, pero no tenía nada que ver con las empresas que tenemos en Italia o Estados Unidos, por eso la empresa ha decidido aglutinar todas ellas bajo la misma marca.

Una marca que tiene un significado muy concreto...

Para nosotros, y para los italianos un poco más, Curia tiene un significado religioso, pero lo que se ha tratado de hacer es jugar con el eslogan 'Desde la curiosidad a la cura'. Es una forma de reflejar que ofrecemos un servicio global desde la fase de desarrollo hasta las fases finales, donde se puede obtener el fármaco.

El principio activo relacionado con la covid que Curia fabrica en Boecillo es la dexametasona. ¿Qué es?

Es un principio activo descubierto hace muchos años que tiene propiedades antiinflamatorias, y nosotros lo fabricamos desde principios de 1997. Cuando surge la pandemia lo primero que tratan de buscar los investigadores son fármacos que estén en el mercado y ver si tienen propiedades para paliar los efectos del covid. Se probaron muchísimos, pero uno de los primeros que demostró tener cierta eficacia para reducir en torno al 30 por ciento las muertes en pacientes graves ingresados por covid fue la dexametasona.  

Imagino que la pandemia habrá supuesto un reto por el incremento de la demanda de este principio activo. ¿Cómo cambió la actividad de Curia en Boecillo?

Nosotros teníamos una fabricación regular de unos 1.500 kilos, y el año pasado llegamos a los 3.000. Es decir, la producción se ha duplicado. Mil kilos puede parecer poco, pero es que la dosis que se le da a un paciente es de cuatro miligramos al día. Es decir, 3.000 kilos dan para millones de tratamientos. Todo fue a raíz de la publicación en Reino Unido del estudio sobre el efecto que tenía este principio activo. Se empezó a utilizar en todos los hospitales del mundo, y eso nos hizo cambiar planes sobre la marcha y reorganizar todo para atender esa demanda.

¿La dexametasona en el producto principal que fabrican aquí o hay más?

Fabricamos unos 90 principios activos diferentes y la dexametasona podría representar entre el diez y el quince por ciento de la producción. Pero lo llevamos produciendo hace mucho tiempo, por eso teníamos cierta seguridad en que podíamos cubrir esa demanda del mercado. De hecho, hemos atendido todos los pedidos que nos han llegado. Este año estamos viendo el efecto contrario. Es decir, el número de personas que necesita este tratamiento baja a medida que se reducen los hospitalizados. El consumo está volviendo a los niveles previos a la pandemia.

Lo cual supondrá reorganizar otra vez la producción.

Efectivamente. Una de las cosas que ha venido a demostrar esta pandemia es lo importante que es la agilidad y flexibilidad para adecuarse a cada momento.

¿Estos vaivenes de la demanda han tenido alguna consecuencia en el empleo?

En el centro de Valladolid hay unos 350 empleados, incluyendo las actividades de fábrica y de I+D. Entre el año pasado y el actual la plantilla se ha incrementado en 40 personas. En los últimos dos años el aumento de trabajadores ronda el diez por ciento.

¿Qué perfil de profesionales trabajan en Curia?

En Boecillo tenemos un 27 por ciento de personal directamente vinculado con carreras científicas. Es decir, químicos, ingenieros químicos u otro tipo de ingenieros. Más del 40 por ciento tienen otro tipo de estudios superiores, lo cual viene a demostrar que somos una empresa que apuesta por la I+D. Somos una compañía que basa su crecimiento en nuevos productos que sean competitivos. Como decía antes, estamos en un mercado global y competimos con los chinos, los indios, los italianos, los americanos... y con algunos de estos países tenemos ciertas desventajas en materia de costes, por eso la única manera de competir con los chinos e indios es tener un proceso que sea mejor desde un punto de vista de innovación y rendimiento químico. 

¿Dónde se distribuye este principio activo?

El sector farmacéutico es un sector globalizado. Nosotros vendemos en más de 70 países.

¿Cuáles son los mercados más importantes?

Estados Unidos y Europa. Después, en una escala un poco inferior, Asia en general y Japón en particular. También vendemos bastante producto en Oriente Medio.

Más allá de los reconocimientos personales que ha tenido con esos premios y de los humanos, con las cartas recibidas, supongo que este pico de demanda también habrá sido importante a nivel de facturación.

Así es. 2020, que no se puede considerar un año normal, hemos tenido un crecimiento cercano al nueve por ciento.

¿Qué opinión tiene sobre la respuesta que ha dado la industria farmacéutica a la pandemia?

Me gustaría que fuera la sociedad la que respondiera a esa pregunta. Creo que la industria famarcéutica no goza del suficiente reconocimiento a nivel social, aunque mucha de la mala fama nos la hayamos ganado nosotros mismos con ciertos comportamientos. Pero de lo que estoy seguro es que la respuesta del sector a la pandemia ha sido sobresaliente. Se han reducido al máximo los tiempos. Por ejemplo, el desarrollo de una vacuna requiere unos tiempos exageradamente largos, y que en prácticamente diez meses hayamos tenido una vacuna... creo que es algo que no volveremos a ver. Todo eso no ha sido por acortar los caminos que teníamos que seguir, sino por los esfuerzos que se han hecho en multitud de áreas. 

¿Qué previsión tiene sobre la evolución que va a tener esta pandemia a corto y medio plazo?

Es complicado hacer previsiones. No soy ningún experto para hacer previsiones, pero creo que tenemos que aprender a convivir con este virus porque no va a desaparecer. La nueva normalidad será tratar de vivir con él, pero sin que tenga los efectos tan devastadores que ha tenido hasta ahora.