Los expertos prevén una campaña micológica «espectacular»

R.G.R
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La Asociación Micológica de Valladolid resalta «el buen otoño» de setas en la provincia después de registrarse tormentas en agosto y precipitaciones generalizadas las últimas semanas

Un aficionado coge setas en la provincia de Valladolid.

De enhorabuena. Así están los aficionados al mundo de los hongos y las setas en Valladolid. La campaña de este año se prevé «espectacular». Al menos así lo pone de manifiesto el presidente de la Asociación Micológica, Aurelio Garcia, quien explica que las condiciones meteorológicas registradas en la provincia durante las últimas semanas han dejado un estado «óptimo» en la tierra para la aparición de diferentes especies en los próximos días. De hecho, ya se han registrado las primeras ‘capturas’ en pinares y parcelas de la provincia. 

García indicó que las tormentas de agosto beneficiaron en gran medida a la tierras después de unos meses «muy secos» y de «mucho calor» que habían agostado la tierra. «Estaba todo muy seco, pero la verdad es que se han dado las cosas de la mejor forma posible para que la campaña sea buena». De esta forma, los aficionados comenzarán a salir desde la próxima semana. «Ya se han encontrado los primeros ejemplares en la zona norte del país y dentro de unos pocos días ya se podrán encontrar en la provincia de Valladolid». 

Las expectativas para esta temporada han sido siempre muy buenas debido a que el tiempo ha acompañado desde los meses de verano. García recalca que la climatología ha sido muy benévola teniendo en cuenta que se registraron tormentas en los meses de verano, en especial en julio y agosto, lo que siempre es bueno para la aparición de los hongos

Desde la Asociación Micológica destacan que la afición que se ha creado por el mundo de la recogida de setas. «Cada vez sale más gente». La pandemia ha hecho que todo lo relacionado con el campo tenga mayor auge que años pasados y que estimen que un mayor número de personas salgan este año a los campos de la provincia en busca de ejemplares. «Seguro que vamos a tener un mayor número de aficionados». 

Así, en el caso de las que temperaturas suaves se mantengan durante los próximos días y se registren muevas precipitaciones durante este fin de semana, como está previsto por la Agencia de Meteorología, la campaña será muy buena y se podrán recoger distintos ejemplares por toda la provincia. «En el caso de no llegue un mes de octubre con mucho frío y heladas que puedan hacer desaparecer los ejemplares vamos a tener una temporada realmente buena». 

Durante los últimos años, los níscalos, principal atractivo micológico de la provincia debido a la abundancia de pinares, están saliendo un poco más tarde de lo habitual porque las lluvias de otoño llevan más tarde y las temperaturas son más suaves. «Los níscalos suelen llegar más tarde, pero dependerá del frío que haga en las próximas semanas por la noche y de que se produzcan o no heladas». 

Desde la Asociación Micológica recuerdan la obligatoriedad de llevar una cesta de mimbre y nunca de plástico para la recogida de hongos y sepas para que se produzca el proceso de reproducción. «Es obligatorio y si se recogen con plástico puede ser motivo de multas». La especie que más buscan los aficionados en la provincia es el níscalo. Será una vez más la estrella de la temporada, el más demandado por los aficionados que salen al campo. Pero no es ni mucho menos la única especie que se puede encontrar en Valladolid. Hay más de 500 diferentes, aunque se podría decir que una docena concentran la inmensa mayoría de las búsquedas por el campo. «Actualmente, se comen entre 20 y 30 especies diferentes cuando hace unos años no se salía del níscalo y la seta de cardo». 

La Agaricus arvensis, conocida como bola de nieve o champiñón anisado, tiene un sabor exquisito y se reconoce fácilmente por su anillo en forma de rueda y su olor anisado. La seta blanca de chopo (Agrocybe cylindracea) es uno de los ejemplares más preciados por los seteros expertos en la provincia, pero no debe confundirse con la Psathyrella sarcocephala, que fructifica sobre tocones de chopo, pero  carece de anillo y es menos robusta.

La barbuda o  matacandil (Coprinus comatus) se debe cocinar rápidamente cuando las láminas están completamente blancas. Es el momento idóneo para encontrar el mejor sabor. Tiene un sabor suave, pero muy agradable.

Otro de los ejemplares con un gran tirón entre los seteros vallisoletanos es la Platera o cabeza de fraile (Infundibulicybe geotropa). Su pie parece como goma maciza, aunque podría confundirse con Leucopaxillus gentianeus, con sombrero marrón y cutícula aterciopelada.

Pie azul, nazarena, cardenal, borracha. Son muchos los nombres que recibe la Lepista nuda. El apagador o parasol tiene el defecto de que su pie es tan fibroso que debe rechazarse. Su nombre científico es Macrolepiota procera, y se caracteriza por su gran tamaño.

La Seta de cardo (Pleurotus eryngii) es considerada como una de las mejores setas. Pero ojo, se asemeja mucho con la Clitocybe rivulosa, muy tóxica, y que puede crecer en los mismos lugares.

La Seta de chopo negra (Pleurotus ostreatus) solo sirve para comer en el caso de los ejemplares más jóvenes. Tiene un pie muy excéntrico y láminas muy decurrentes.  Por último, la Negrilla o Ratona (Tricholoma terreum) tiene un sabor excelente. 

En definitiva, todo un amalgama de oportunidades micológicas en una temporada que se espera mejor de las anteriores y que dará comienzo en tan solo unos días.