El Plan Renove sostiene el mercado del automóvil

Óscar Fraile
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Las matriculaciones desde que se aprobara, en julio, ascienden a 3.368, 26 menos que en el mismo periodo de 2019, pero los concesionarios reconocen que sin las ayudas la caída habría sido más grave por la pandemia

El Plan Renove busca ayudar a la transición hacia un parque de vehículos más amable con el medio ambiente. - Foto: Jonathan Tajes

La crisis del coronavirus ha condenado a la mayor parte de los sectores económicos a una lucha por la subsistencia. Las caídas de ventas, en el mejor de los casos, y el cese de actividad, en el peor, han dejado de miles de empresas es una situación incluso más precaria que la que vivieron a partir de 2007, con la explosión de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera mundial.

El estado de alarma declarado en marzo ya anticipaba una situación que para muchos ha acabado siendo peor de lo que preveían. Por entonces tampoco pintaban las cosas nada bien para el sector de la automoción, inmerso en la transición que imponen los cambios en el modelo de movilidad y con la crisis del diésel amenazando la cuenta de resultados.

Una mezcla de factores que no tardó en reflejarse en las ventas. En ese mismo mes de marzo, con la paralización obligatoria de la actividad, solo se matricularon en Valladolid 245 vehículos, un 68 por ciento menos que en el mismo mes del año pasado. Pero el auténtico desplome vino un mes después, con solo cinco vehículos vendidos en abril, unos registros desconocidos en las últimas décadas.

En una situación de extrema urgencia, el Gobierno aprobó la puesta en marcha del Plan Renove, que contempla ayudas de hasta 4.500 euros vinculadas a la adquisición de vehículos más amables con el medio ambiente. Cuanto más bajas sean las emisiones, mayor es el nivel de la subvención. Además, es necesario achatarrar un coche con más de diez años de antigüedad. El Plan se aprobó a primeros de julio, pero lo cierto es que la plataforma telemática en la que los usuarios tenían que solicitar esta ayuda no se abrió hasta el 20 de octubre. Así, los concesionarios han tenido que ir acumulando documentación de las operaciones que cerraban para tramitarlas más tarde.

Cinco meses después de su puesta en marcha, lo cierto es que las matriculaciones en la provincia siguen en niveles muy similares a los de 2019. Y quizá esa sea la mejor noticia, dado que los concesionarios reconocen que sin este plan de estímulo, con todos los defectos que aseguran que tiene, la caída habría sido mucho mayor.

Según los datos facilitados por la patronal de concesionarios Faconauto, entre julio y noviembre de este año, es decir, el periodo de vigencia del Plan, el número de matriculaciones en la provincia ascendió a 3.368, que son solo 26 menos que en el mismo periodo de 2019. En julio, el primer mes de entrada en vigor, fue cuando se notó el mayor pico de matriculaciones, con  918, mientras que en los cuatro posteriores la media fue de unos 612.

Bien es cierto que, según explica el responsable de Faconauto en Castilla y León, Ángel Concejo, el nivel de ventas real podría estar por debajo de esas cifras, ya que algunos concesionarios recurren a la automatriculación para alcanzar los objetivos de ventas. Este sistema consiste en que el concesionario compra su propio coche y después lo vende como kilómetro cero.

Concejo, que también es gerente de Grupo Vepisa, reconoce que la incertidumbre económica y la falta de certeza en la gente sobre lo que va a pasar a medio plazo impide que el mercado sea más dinámico. «Yo ya contaba con que el efecto del plan iba a ser limitado por toda la incertidumbre que nos rodea, pero es cierto que los datos hubieran sido peores sin plan de ayudas», añade.

Plan Moves

El representante de Faconauto es mucho más crítico con el Plan Moves, otro sistema de ayuda que va destinado exclusivamente a vehículos nuevos (el Renove incluye los de kilómetro cero) y de energías alternativas. «No está bien planteado y es difícil de gestionar para reclamar las ayudas», señala. Además, lamenta que Castilla y León haya sido «de las últimas» en publicar el plan en su boletín oficial, lo que ha retrasado la entrada en vigor. «Cuando salió en el Bocyl ya había comunidades que habían agotado sus fondos», explica. También opina que este plan ha sido una «propina» que queda lejos de conseguir su objetivo, si, tal y como asegura el Gobierno, este es renovar el parque de vehículos a uno más sostenible que el actual. También opina que las ayudas del Renove son «mínimas» y que hay muchos condicionantes para acceder a las que son de más cuantía. Por ejemplo, poder achatarrar un coche de más de 20 años que tenga la ITV en vigor. «El perfil de compra está siendo más de la línea baja de ayudas», asegura.

Por eso, en unos momentos en los que el Gobierno sopesa prorrogar este Plan más allá de lo que estaba previsto (31 de diciembre), el representante de Faconauto apuesta por poner en marcha otro «que ayude al cambio de movilidad en este país». Y que sea consensuado con el sector, algo que, según Concejo, no ha pasado con el que está en vigor.

Evidentemente, la evolución de las ventas va por barrios, y a algunas marcas les ha ido mejor que a otras. Lidia Alonso, del concesionario VASA Renault, reconoce que «no están siendo un año como el anterior porque se ha producido una caída importantes de ventas», aunque matiza que la marca sigue teniendo en Valladolid una penetración de mercado del 28 por ciento, «que es muy buena».

Alonso explica que este Plan tampoco ha servido, de momento, para modificar la demanda de los compradores hacia vehículos menos contaminantes. «Nosotros hemos sacado ahora la gama híbrida, pero la concienciación sobre este tipo de vehículos todavía está en una fase inicial», añade. Sobre todo en una ciudad como Valladolid, «más pequeña y con gente más conservadora, que no tiene entre sus planes de compra híbridos ni eléctricos».

Hay otras marcas en las que el impacto del Plan ha sido prácticamente nulo. Por ejemplo, en el concesionario Adarsa de Mercedes Benz solo se han hecho dos operaciones en estos cinco meses porque la mayor parte de sus vehículos superan el límite de precio establecido en el Plan: 35.000 euros o 45.000 cuando se trate de un eléctrico o híbrido. «La incidencia ha sido ínfima», dice el gerente, Javier Morán.

Pese a no poder beneficiarse de estas ayudas, este concesionario ha capeado muy bien el efecto de la pandemia. «El mercado premium de Valladolid ha caído menos que la media nacional, así que estamos contentos porque, además, nosotros hemos caído menos que Audi y BMW, que son con los que nos solemos comparar», añade.

Pese a que las cifras de matriculaciones de los últimos cinco meses son similares a las de 2019, en noviembre, últimos datos publicados, la bajada fue del 11,5 por ciento en Valladolid, con 650 vehículos matriculados. El director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, cree que los «malos datos de noviembre» eran «esperables» por la «recaída de la pandemia». Además, asegura que «preocupa especialmente» la caída del canal de particulares, muy afectado por las restricciones de movilidad. Pero lo cierto es que este canal ha bajado un 10,2 por ciento en noviembre en Valladolid, un descenso menos acusado que el 15,2 por ciento registrado en el canal de empresas.

Impuesto de matriculación 

Respecto al futuro a corto y medio plazo, los vendedores esperan un incremento de ventas en el último mes del año, toda vez que a partir de enero de 2021 aumentará el impuesto de matriculación. Esta mayor presión fiscal podría tener un efecto muy negativo en el sector, según los fabricantes, los concesionarios y los distribuidores. Las asociaciones que los representan, Anfac, Faconauto y Ganvam, respectivamente, señalaron esta semana en un comunicado conjunto que este encarecimiento, por la entrada en funcionamiento de la normativa europea WLTP, aumentará el impuesto un cinco por ciento. «Este incremento supondrá, en un entorno tan malo de venta de vehículos, un empeoramiento de la situación del sector, dificultando aún más la salida de la crisis y con el impacto consecuente tanto en el empleo como en la economía del país y en la cadena de valor de la automoción.