La limpieza de la ciudad, debate inédito de los candidatos

M.R.I
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La oposición y asociaciones de vecinos se quejan del deterioro del servicio de limpieza y de parques y jardines, mientras que los responsables del área repiten que la plantilla y las condiciones del servicio son las mismas

Operario del Servicio de Limpieza del Ayuntamiento de Valladolid. - Foto: J. Tajes

La limpieza de las calles y parques Valladolid se convirtió en este mandato en un arma arrojadiza de la oposición contra el equipo de Gobierno, pero también se ha trasladado a la calle donde tampoco hay consenso entre los vecinos. La situación es tal que ni tan siquiera las cifras sirven para solventar el dilema porque como todo son objetivo de distintas interpretaciones. Así, la oposición reitera que han subido el número de quejas al Ayuntamiento, pero la concejala de Medio Ambiente responde que en esos datos se incluyen llamadas de información o peticiones de recogida de enseres. Argumentos a los que PP y Ciudadanos responden con denuncias de suciedad por botellones en los parques o por plagas de ratas en distintos puntos de la ciudad.

Una cadena de acusaciones y réplicas, que ha dado lugar a a campaña ciudadanas para concienciar a los vecinos y mantener los barrios limpios, a acuerdos con hosteleros y comerciantes para mejorar la recogida selectiva y evitar acumulación de basuras en la calle y al refuerzo de la plantilla y la puesta en marcha de planes de choque. Además, otra de las explicaciones que se dan desde el área es que la eliminación del glifosato en los tratamientos fitosanitarios pueden contribuir a una «falsa sensación de abandono», pero la decisión se ha tomado por cuestiones de seguridad sanitaria. Esto implica que se requiera más mano de obra para limpiar las malas hierbas o maquinaria especializada, que se ha ido adquiriendo en los últimos meses.

El equipo de Gobierno también busca aval en que las auditorías de calidad del Servicio de Limpieza, que ha logrado renovar sus certificación y asegura que las acciones del plan de mejora «han surtido efecto». Además, se recuerda que este año se han realizado 86 contrataciones para reforzar el servicio. También se recurre a las encuestas, aunque en estas también hay diferencias sustanciales. La publicada la Unión de Consumidores (OCU) sitúa a Valladolid entre las ciudades mejor puntuadas, empatada en el puesto 12 con Huesca con 64 puntos de satisfacción, lo que supone una mejora respecto a los datos del último estudio publicado en 2015, con un punto más de valoración. Además, se incide en que es «la ciudad más eficiente», ya que «gestionada de manera pública» y tiene un coste de 32 euros por habitante.

Por otra parte, el barómetro del Observatorio de los Servicios Urbanos (OSUR) de 2019 refleja que el 61% de los vallisoletanos están satisfechos con el servicio de recogida de basuras y residuos, aunque bajan cinco puntos respecto 2018, pero están tres puntos por encima de la media nacional. El número de insatisfechos también desciende pasando del 24 al 19%. La frecuencia del servicio de recogida de basuras es el aspecto más valorado con un 77% de satisfechos, le sigue el servicio de contenedores para recogida selectiva (papel, vidrio, etc.) con un 55%. La prestación limpieza viaria suma el 51% de opiniones positivas, una cifra que, pese a bajar 15 puntos respecto al anterior barómetro, se sitúa por encima de la media nacional. Los aspectos más valorados son la limpieza de aceras y calles y la frecuencia con la que se realizan labores de limpieza de vías, ambas con un 53%.

Por último, la conservación de espacios públicos y cuidado de zonas verdes es la única prestación que no aprueba con un 46 % de satisfechos. A pesar de esto se coloca dos puntos por encima de la media nacional del 44%. El número de insatisfechos es del 18%, 3 puntos menos que el año anterior. El cuidado que se brinda a las zonas verdes es el aspecto más valorado con un 57% de satisfechos, en contraste, la disponibilidad, el estado y equipamiento de las instalaciones deportivas es el punto peor valorado con un 27%.

agua. El cambio de Gobierno también ha propiciado que en este mandato se haya recuperado la gestión municipal del servicio de abastecimiento y depuración del agua. Una decisión que revierte la privatización de la sociedad municipal ASVA en 1997. Justo 20 años después, aprovechando la finalización de la concesión a Agualid, en julio de 2017, se aprobó la gestión directa por el Ayuntamiento de Valladolid a través de la sociedad pública empresarial AquaVall. Una decisión contestada desde la oposición y los empresarios pero que ha contado con el aval judicial.