Valladolid impulsa más de 10 investigaciones sobre el virus

Óscar Fraile
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Los trabajos tienen que ver con el ámbito clínico, diagnóstico y terapéutico para comprobar la efectividad de medicamentos y tratamientos, entre otras cosas

El coordinador asistencial de la Covid-19 en el Clínico, Carlos Dueñas, participa en varios de los proyectos. - Foto: J. C. Castillo

La pandemia generada por la Covid-19 ha obligado a todo el planeta a una adaptación social que en muchos casos está siendo traumática. Todos los gobiernos han tenido que tomar decisiones más o menos improvisadas ante el imparable avance del virus. Sucede lo mismo en el ámbito sanitario. Todos los servicios se han tenido que adaptar para dar prioridad a la alerta sanitaria. Quizá esto sea lo más visible por parte del ciudadano, pero hay otro ámbito de actuación donde también se trabaja a contrarreloj: el de la investigación.
El Hospital Clínico Universitario y el Hospital Universitario Río Hortega tienen en marcha o participan en más de una decena de investigaciones en los ámbitos terapéutico, clínico y diagnóstico. Trabajos que buscan distintos objetivos. Desde probar la eficacia de determinados medicamentos a implantar técnicas que han funcionado en patologías similares. El éxito del trabajo de estos profesionales se revela fundamental para atenuar los efectos del virus, toda vez que la vacuna, según todos los expertos, todavía tardará en llegar.
Por ejemplo, el Clínico es uno de los diez centros hospitalarios de España que está probando la eficacia del Remdesivir en pacientes infectados con la Covid-19. Se trata del «antiviral más prometedor que hay para el tratamiento del coronavirus», tal y como explica Carlos Dueñas, internista, coordinador asistencial de la Covid-19 en el Clínico y jefe de la Unidad de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas. Se trata de un fármaco que se creó durante la crisis del Ébola, que se utiliza en personas con VIH y que básicamente actúa para evitar que el virus pueda multiplicarse dentro del organismo de una persona infectada. Las primera investigación se hizo sobre 53 pacientes en estado grave y casi dos tercios de ellos presentaron mejoría.
«Fabricar cada uno de los viales cuesta muchísimo y en este momento de demanda tan inmensa es complicado conseguirlo», asegura Dueñas, quien señala que a principio de la pandemia el Clínico lo conseguía «a cuentagotas» para uso compasivo, es decir, como fármaco todavía no aprobado por la Agencia Española de Medicamentos. De los cuatro que solicitó el hospital, llegaron dos, y 15 días después del pedido. Eso fue antes de que se produjera el desabastecimiento general. Gracias a esta investigación, el Clínico ha recibido recientemente 20 tratamientos, el doble de los previstos en un primer momento.
También participan el Clínico y el Río Hortega en el Ensayo para la Prevención de Infección por Coronavirus en Sanitarios (Epicos). Se trata de un estudio que busca evitar contagios entre los que luchan en primera línea contra el virus. «Tenemos casi 30.000 sanitarios contagiados en España, el país que peor está», dice Dueñas. En este ensayo clínico participan profesionales de forma voluntaria para que se les administre una mezcla de dos medicamentos o uno de ellos junto a placebo, o simplemente placebo, para ver el volumen de contagios entre los diferentes grupos y determinar si esos fármacos previenen la infección.
La jefa del Servicio de Alergología del Río Hortega, Alicia Armentia, ha tenido que adaptar su trabajo en las últimas semanas por el coronavirus. La pandemia obligó a compatibilizar su trabajo con el del grupo de ayuda a residencias de ancianos en el que fue incluida tras ofrecerse voluntaria. «En poco tiempo las residencias se vieron asoladas por el virus, y se necesitaba apoyarlas, y rápido», recuerda. No obstante, pese a la «extenuante» labor asistencial, no ha dejado de lado la investigación. De hecho, ha aprovechado esta experiencia para iniciar un estudio, en colaboración con algunos compañeros de atención hospitalaria. «Como la casualidad unió ambas atenciones, entre todos empezamos a recoger en bases de datos multitud de variables clínicas y terapéuticas de 138 pacientes con asma difícil y 134 ingresados en geriátricos con síntomas, para valorar cuáles de las medidas habían sido más eficaces, generalizarlas y difundir nuestros conocimientos», explica. Así se puso en marcha el proyecto ‘¿Protege la alergia y los corticoides inhalados de la infección por coronavirus?’, con una respuesta positiva.
Otra investigación activa que consiste en la utilización de los anticuerpos que generan las personas que se han curado para utilizarlos con pacientes infectados. En otros proyectos colaboran el servicio de Nefrología para estudiar la modificación de la función renal en estos pacientes, Neurología para analizar si el coronavirus provoca distintos tipos de cefaleas, además de otros con Cardiología y Oftalmología.

Al detalle

El Clínico, uno de los diez hospitales que prueba el antiviral Remdesivir

La doctora Alicia Armentia.La doctora Alicia Armentia. - Foto: Jonathan Tajes

Los primeros estudios a nivel mundial que se han realizado con el medicamento Remdesivir dejan entrever que es el más eficaz en el tratamiento contra el coronavirus. Pero la investigación todavía tiene margen de desarrollo y en esa tarea están inmersos diez hospitales de España, entre los que se encuentra el Clínico de Valladolid. El centro ha recibido 20 tratamientos para comprobar la eficacia en los pacientes más graves. «Lo ideal sería disponer de una gran cantidad de ellos, porque los resultados preliminares son muy esperanzadores», señala el doctor Carlos Dueñas. Pero el desabastecimiento general no lo permite. Solo hay 20 tratamientos para cada uno de los diez hospitales, el doble de lo que estaba previsto al inicio. De momento solo se puede utilizar en pacientes entubados y, entre ellos, los que presentan un peor diagnóstico. Después de más de una semana de trámites burocráticos para empezar el ensayo en Valladolid, la autorización llegó el pasado 16 de abril, la medicación llegó un día después y los cinco primeros tratamientos se empezaron a aplicar entre el pasado domingo y el lunes de esta semana. Todavía es pronto para saber si los buenos resultados se reproducen también en Valladolid, pero los profesionales sanitarios son optimistas. Dueñas destaca que, aparte del estudio que se ha realizado en Estados Unidos, este medicamento también se ha probado en macacos, y ha vuelto a demostrar que reduce ostensiblemente la carga viral y evita en algunos casos que la Covid-19 progrese hasta la conocida como ‘tormenta citoquímica’, es decir, una serie de inflamaciones que hacen que el cuadro de los pacientes empeore hasta llegar en algunos casos al fallecimiento. Todos los pacientes o sus familiares tienen que autorizar la participación en el ensayo.

Corticoides inhalados para personas mayores y asmáticos

La jefa del Servicio de Alergología del Río Hortega, Alicia Armentia forma parte del proyecto de investigación ‘¿Protege la alergia y los corticoides inhalados de la infección por coronavirus?’. «Teníamos la sensación de que los pacientes tratados desde antes con corticoterapia tenían mejor pronóstico frente al Covid», asegura. Para cerciorarse de ello, se empezó a hacer un seguimiento de 134 pacientes de geriátricos con síntomas y 137 asmáticos difíciles de la unidad en la que ella habitualmente trabaja. «La Organización Mundial de la Salud indicaba que la corticoterapia parenteral, hidrocortisona 100 mg IV, no había producido beneficios en las anteriores epidemias SARS y MERS, pero lo que proponemos nosotros es una corticoterapia inhalada en el órgano diana y sin acción sistémica, que es otro tratamiento más dirigido y sin riesgo de aumentar la viriasis, el mismo que se da a los niños con bronquiolitis por virus sincitial respiratorio, logrando su mejoría», asevera la doctora. El resultado fue más que satisfactorio. Ninguno de los pacientes se vio afectado por la viriasis. La media de edad de los pacientes con asma difícil era de 35 años; la de los pacientes con asma alérgico, 26; y la de los atendidos en residencias de la tercera edad, de 78.
Armentia recuerda lo duro de trabajar en estos centros geriátricos. «Los daños del Covid han sido terribles», asegura. Según ella, los ancianos «estaban afectivamente aislados de sus familias, de sus cuidadores de siempre, que acudían con atuendos galácticos que les impedían su identificación, aumentando su soledad y su ya dañada funcionalidad día a día por el aislamiento en sus habitaciones, asustados al recibir de forma velada noticias sobre el fallecimiento de sus compañeros».

Un ensayo pretende reducir el número de contagios entre sanitarios.Un ensayo pretende reducir el número de contagios entre sanitarios. - Foto: Ical

Un ensayo para reducir los contagios entre el personal sanitario

El proyecto Epicos, en el que participan tanto el Clínico como el Río Hortega, busca reducir los contagios entre el personal sanitario mediante un ensayo clínico en el que se busca la participación de 4.000 profesionales en toda España. A mil de ellos se les administrará dos pastillas de placebo, es decir, de compuestos de sustancias inertes que no tienen ningún efecto; a otros mil, una pastilla de placebo y otra de Hidroxicloroquina; a otros tantos, placebo más Tenofovir Disoproxil Fumarato; y a los otros mil, una mezcla de ambos fármacos. Todos tomarán lo que les toque (ellos no lo saben) durante un periodo de doce semanas, de modo que al final del estudio se pueda determinar si alguna de esta combinación ha reducido de forma significativa el contagio entre los sanitarios. La medicación ha llegado a principios de esta semana a los hospitales vallisoletanos, que siguen afanándose en aportar su cuota de voluntarios. Cerca de 20 profesionales ya están en lista de espera en el Clínico para colaborar en este estudio. «Les citaremos y les veremos en la consulta para comprobar que no tienen ninguna patología que desaconseje utilizar estos fármacos y que no hayan estado ya contagiados por este virus ni por VIH, porque el Tenofovir Disoproxil Fumarato es un antiviral», explica el coordinador asistencial de la Covid-19 en el Clínico, Carlos Dueñas. Tampoco pueden participar, por ejemplo, las embarazadas. Unas pruebas que apenas se realizan en 24 horas.
En Valladolid ya se han realizado más de 2.300 pruebas a profesionales sanitarios y los positivos van camino de los 400, aunque a mediados de esta semana ya se habían producido 170 altas. Más de 200 trabajadores permanecen en aislamiento para evitar contagios. Enfermeros y médicos son los más castigados.

Utilización de anticuerpos de los curados en pacientes infectados

Uno de los proyectos busca utilizar plasma de pacientes curados en otros infectados para aprovechar los anticuerpos generados.Uno de los proyectos busca utilizar plasma de pacientes curados en otros infectados para aprovechar los anticuerpos generados. - Foto: El Día

Uno de los proyectos de investigación que se está llevando a cabo en el Hospital Clínico Universitario tiene que ver con la utilización del plasma de la sangre de pacientes que han superado la enfermedad para aprovechar los anticuerpos que han generado. «El organismo de las personas que se recuperan va generando defensas contra el virus, unas defensas que se quedan ‘aletargadas’ en la memoria por si el virus viene en otras ocasiones», explica el jefe de la Unidad de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas, Carlos Dueñas. Uno de los principales problemas de esta pandemia es que el organismo nunca había estado en contacto con este virus hasta ahora, de modo que no había generado anticuerpos, a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, con la gripe común. Y por eso la lucha contra la Covid-19 es mucho más complicada. De este modo, este proyecto de investigación consiste en adaptar o recuperar lo mismo que se hizo durante otras pandemias, como la Gripe Española de 1918 y el Ébola. «Trabajamos con pacientes que se han recuperado y tienen esas defensas muy activas para sacarles sangre y utilizar el plasma donde están las inmunoglobulina de la defensa», añade. Posteriormente esas defensas se inyectan en personas infectadas. «Básicamente consiste en adelantar la generación de defensas, en lugar de esperar a que el organismo la cree, porque ese proceso lleva un tiempo y en ese tiempo pueden aparecer problemas», señala.
El proyecto está coordinado por el Hospital Puerta de Hierro de Madrid y en Castilla y León también participa el Hospital de Salamanca. Cada uno de los centros recibirá cinco tratamientos para una investigación con muchos visos de funcionar, porque así sucedió en otras pandemias.