Maite Rodríguez Iglesias

PLAZA MAYOR

Maite Rodríguez Iglesias

Periodista


El soterramiento y el karma

02/11/2021

El debate sobre el soterramiento vuelve a cobrar un protagonismo político inesperado en Valladolid, y poco a poco el runrún se escucha en los barrios de la zona este. Este proyecto, que concitó el apoyo de casi todos los partidos políticos y de los vecinos desde finales del siglo XX, se convirtió en 2017 en uno de los ejemplos fallidos de la especulación inmobiliaria y de las ensoñaciones políticas. Ese año se dio carpetazo a la idea, con el visto bueno de las formaciones mayoritarias y con una mínima respuesta vecinal crítica. Y se puso en marcha la alternativa de la integración con más de una veintena de pasos y pasarelas, con un coste inferior al de enterrar las vías y con unos plazos de ejecución, en teoría, mucho más cortos.
Desde entonces hasta hoy se ha vivido un proceso de elecciones municipales, una revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y se han desarrollado los proyectos de algunos de los pasos más importantes. De hecho, hay incluso un ejemplo de la filosofía de la integración en La Pilarica, donde ya está abierto el paso inferior que sustituye al que había sobre las vías. Un lustro en el que se han oído algunas voces contra el proyecto, pero donde no se había organizado un movimiento vecinal en contra del mismo.
Ahora se está intentando generar esa cohesión entre los barrios 'del otro' lado de la vía, los de zona este. Una reclamación que no abanderan las asociaciones de vecinos, ni las federaciones vecinales, sino varios ciudadanos, entre ellos varios militantes del PSOE, que reclaman recuperar el proyecto de soterramiento de las vías del ferrocarril similar al planteado desde 2003 a 2017. Para eso están convocando asambleas vecinales y reuniendo firmas de apoyo.
Un ruido que, de momento, en el Ayuntamiento se considera leve.  Aunque, por otro lado, en los partidos están haciendo cuentas de quién puede capitalizar las 'ilusiones' o recibir un castigo en las urnas por la frustración de no poder recuperarlo. No sería la primera vez que una plataforma vecinal, al margen de asociaciones y partidos, consiga influir en el resultado electoral. De hecho, la formada contra el 'macrocentro' de Cruz Roja en Girón en 2002, contribuyó a la derrota electoral del PSOE en 2003. El karma se basa en la idea de que cualquier acto tendrá una consecuencia, exactamente igual que la ley de causa y efecto. En aquella ocasión los papeles estaban cambiados, pero algunos de los actores eran los mismos.