El Universidad de Valladolid sumó tres importantes punto en su visita a la cancha del CUV Alcorcón, donde se desplazaban con urgencias para escapar de la zona baja de la clasificación.

La aventura comenzó con un contratiempo para las UValquirias, cuando el autobús que les trasladaba a tierras madrileñas se estropeó con el consecuente retraso. Tras muchas peripecias lograron llegar al pabellón Los Cantos con poco tiempo para calentar y a punto de enfrentarse a un rival directo. Todo estaba en contra de las pupilas de Álvaro Hernández, pero cuando los árbitros dieron el pistoletazo de salida al encuentro, todo cambió.

Empezaron como un huracán las pucelanas –quizá alentadas por la adrenalina del viaje- con un parcial de 2-8. Unas buenas sensaciones que no dejaron atrás en el set en el que lograron una cómoda ventaja de hasta doce puntos (7-19). Una renta que no desaprovecharon para imponerse por un claro 15 a 25.

En el segundo acto la Universidad de Valladolid bajó algo las revoluciones, algo que aprovechó el CUV Alcorcón para meterse en el partido e instalar la igualdad en la manga, aunque siempre con cierta ventaja visitante. Con el 15-18 en el marcador, las universitarias metieron una marcha más en cuanto a intensidad y lucha y se hicieron con el set (18-25).

La tercera manga fue agónica en todos los sentidos. Para entonces las pucelanas estaban disfrutando del viaje demostrando la mejoría en su juego durante las últimas jornadas y, al contrario que otras veces, la balanza caía de su lado en los compases de máxima igualdad. Ambas escuadras jugaron la manga a no perder y los nervios empezaron a hacer acto de presencia. Las UValquirias poco a poco tomaron la iniciativa y llegaron a tener tres bolas de set. Y como al inicio de la aventura, mantuvieron la calma y a la cuarta llegó la definitiva (25-27) y, con ella, la segunda victoria de la temporada. Un triunfo que es toda una inyección de moral de cara a la segunda vuelta.