Capirotes en femenino

R. Gris
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Solo dos de los 20 presidentes de las cofradías de Valladolid son mujeres. Tienen claro que representan a sus cofradías como cualquier otro y mantienen que nunca se han sentido discriminadas

Capirotes en femenino - Foto: Jonatan Tajes

Valientes, tal vez adelantadas a su tiempo, Montse y Eva son dos únicas presidentas de cofradías de Semana Santa de Valladolid. Solo ellas dos frente a 18 hombres. No consideran que hayan hecho nada fuera de lo normal, tan solo se atrevieron a dar un paso en algo que sienten desde jóvenes. Algo que han vivido desde siempre. Incluso no se sienten especialmente orgullosas de ello porque en algunas ocasiones no pueden vivir la Semana Santa con el fervor suficiente, sino que la sufren debido al alto grado de responsabilidad que cargan en sus espaldas.  


Llevan poco tiempo como máximas responsables de sus cofradías, pero muchos años dentro de sus juntas directivas. Saben perfectamente todo lo que hay que saber para organizar a sus cofrades y para que todo transcurra con normalidad durante las procesiones. Lo hacen con naturalidad. Sin más presiones que su responsabilidad y su fe. Manifiestan que nunca se han sentido menospreciadas por el hecho de ser mujeres, más bien todo lo contrario. 


María Montserrat Aguado tiene 54 años y lleva dos como presidenta de la Cofradía del Descendimiento, nació en el barrio de Las Delicias y comenzó a participar en las procesiones de Semana Santa cuando lo hicieron las mujeres como cofrades. «Tenías hermanas saliendo como manolas, pero a mí no me gustaba eso de enseñar la cara y dije que hasta que no pudiéramos salir como los demás no iba a participar». Ya han pasado 26 años desde entonces y Montse continúa asliendo con la misma ilusión que la primera vez. 


Llegó a la Junta Directiva al tercer año de ser como cofrade numerario. Hace dos años Juan Carlos Muelas, su predecesor en el cargo decidió abandonar por motivos personales y ella se atrevió a dar el paso. «Había un vacío y me animaron y hasta ahora». Durante la Semana Santa no tiene tiempo casi «ni para dormir». Siempre está en la iglesia organizando diversas actividades y su teléfono siempre está a disposición de cualquier cofrede. 


No se niega a nada. Logística, organización, temas personales... Son 13 personas en su Junta Directiva, hombres y mujeres, y todos ellos le hechan una mano. «La gente joven se está animando. Se apoyan en la gente mayor y entre todos sacamos el trabajo adelante». Es responsable de que sus 530 cofrades. «El Jueves y Viernes santo son de locos, es un no parar. Ya desde el Sábado de Pasión la gente empieza a ponerse nerviosa y te piden cosas como una capa o un hábito. Un Jueves Santo puedo salir de casa a las nueve de la mañana y llegar a las tres de la madrugada». Pero lo hace sin perder la sonrisa. 


«Nunca he tenido problemas por el hecho de ser mujer. Al principio puedes tener un problema porque un presidente no te conoce y pasa junto a ti y no te saluda, pero nada más. Al principio tienes que echarle ganas para darte a conocer, pero a mí siempre se me ha tratado como a un presidente más». Eso sí, tiene más o menos claro que dentro de dos años acaba su mandato y que pretende dejarlo. «Espero que se forme más gente porque a mí me gusta vivir la Semana Santa y así sufro la Semana Santa», y se ríe con una energía contagiosa. 


Exaltación de la cruz. Eva María Guadián también nació en el barrio de Las Delicias. Junto a la iglesia parroquial que alberga su confradía. La Exaltación de la Cruz.  Tiene 43 años. Este domingo es su cumpleaños. Comenzó su carrera como confrade en 1990. «Me hice confrade a los dos o tres años desde que a las mujeres se le permitió vestir el hábito». Tampoco le gustaba salir procesionando como manola. «A día de hoy me lo pongo por obligación, pero no lo siento». 


Entró en la Junta Directiva con Ana Isabel Cristóbal como tesorera, estuvo ocho años en el cargo y cuatro más como secretaria. Fue el pasado 15 de julio cuando accedió al cargo de presidenta. «Me gusta mucho». Esta será su primera Semana Santa como presidenta. «Lo estoy viviendo con mucha responsabilidad». ?Son 244 cofrades. «Mi objetivo es acercar a la cofradía a los más jóvenes. «Estoy contenta porque la sección juvenil de la cofradía está respondiendo muy bien, y eso te da fuerzas porque les ves muy ilusionados». 


Afirma que nunca se ha sentido discriminada por el hecho de ser mujer en un mundo tradicionalmente de hombres. «Una cosa es que te conozcan más o menos, pero nunca me he sentido así». Compagina su labor al frente de la cofradía con su trabajo solicitando vacaciones durante toda la semana. No tiene otra forma de hacerlo. 


Eva y Montse son dos mujeres valientes y orgullosas del puesto que ahora están ejercicendo. Dos munjeres responsables que están, aún sin saberlo, abriendo un camino para generaciones futuras dentro de la Semana Santa de Valladolid.