La localidad vallisoletana de Nava del Rey ultima los preparativos para volver a revivir un año más, entre el día 30 de noviembre y el 8 de diciembre, la procesión de la Virgen de los Pegotes, una tradición que desde octubre de 2018 cuenta con el sello de Interés Turístico Nacional.

Los actos centrales volverán a constituirlos, el 30 de noviembre, la bajada de la Virgen, en un carruaje tirado por mulas, desde la ermita del Pico Zarcero, su emplazamiento habitual, hasta la parroquia de los Santos Juanes, donde se desarrollará un novenario hasta el 8 de diciembre, fecha en la que tendrá lugar el periplo de regreso al templo de salida.

Como es habitual, el recorrido procesional estará iluminado por cerca de un centenar de hogueras de pino y numerosos pegotes, una especie de antorcha que portan los más jóvenes y que da nombre a esta advocación popular, tal y como han explicado durante la presentación de este evento la alcaldesa del pueblo, Blanca Martín; la diputada de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación, Nuria Duque, y las concejalas de Cultura y Turismo de la villa.

"Cuenta la leyenda que un día de tormenta no se pudo realizar la procesión durante el día y hubo que hacerla de noche, con la utilización de hogueras", ha recordado la alcaldesa, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha vinculado este acontecimiento con la singularidad de la procesión que Nava celebra todos los años desde entonces.

En esa semana entre la bajada y regreso de la Virgen de los Pegotes, la localidad vallisoletana celebrará una apretada programación de actos, tanto religiosos como aquellos vinculados con el sector hostelero y los dirigidos, fundamentalmente, a un público infantil.

Así, no faltarán el VIII Concurso de Espontáneos y Jornadas Gastronómicas, el primero a través de la elaboración de combinados o cócteles cuya base será el vino rancio (añejo) típico de la villa y habitual durante la celebración de la Virgen de los Pegotes, y las segundas con participación de siete bares y restaurantes que competirán por hacerse con el premio a la mejor tapa, también con el vino rancio y la castaña como principales ingredientes.

Un concurso de fotografía, talleres para los más peques, que incluso podrán recrear la típica procesión con figuras de plastilina, y hasta un Concurso Infantil de Vivas o vítores recitados durante las procesiones, conforman un programa con el que el Ayuntamiento de Nava, en palabras de su regidora, pretende imbuir entre los más jóvenes la devoción por su Virgen y contribuir así al mantenimiento de la tradición.

"Son tradiciones que es necesario que pervivan, que ha costado mucho mantener a los mayores y que tienen que continuar los más jóvenes", ha defendido Blanca Martín, quien ha invitado a los foráneos "no sólo a que visiten Nava del Rey durante esos días sino también a participar en la fiesta".