El Colegio Oficial de Veterinarios de Valladolid ha programado para mañana dos conferencias con motivo de la celebración de la Jornada Europea para el Uso Prudente de los Antibióticos, ya que la resistencia a estos en este siglo XXI representa “una amenaza” para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el propio desarrollo de las sociedades, un fenómeno que se ve favorecido y acelerado por un empleo inapropiado de los antimicrobianos.
La primera de ellas, que será impartida por la jefa del servicio de Sanidad Animal de la Consejería de Agricultura, Olga Mínguez González, versará sobre las actuaciones desarrolladas en Castilla y León en el marco del Plan Nacional de Resistencias Antimicrobianas y bajo el enfoque ‘One Health’, que aúna salud humana, bienestar animal y cuidado del medio ambiente. Después, el jefe del servicio de Trazabilidad e Higiene Ganadera del departamento, Santiago de Castro Alfageme, explicará cuestiones relativas sobre el uso racional de los antibióticos en ganadería, entre ellas la importancia de la prescripción veterinaria. Ambas sesiones tendrán lugar en el salón de actos del Colegio Oficial de Veterinarios, en la calle Gabilondo, 16, a partir de las 17.30 horas.
Los veterinarios alertaron de que cada ver resulta mayor el número de casos de enfermedades infecciosas como neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis en los que los tratamientos presentan dificultades, por una pérdida de eficacia de los antibióticos. Esta resistencia surge “de forma natural”, pero se agrava por prácticas “inadecuadas” en la medicina, tanto animal como veterinaria, y en la producción agraria.
Puede afectar a cualquier persona, con independencia de la edad, estado de salud y grado de desarrollo del país donde viva. Además, recordaron que cerca del 60 por ciento de los agentes infecciosos que afectan a la especie humana son compartidos con los animales, lo que refleja la estrecha relación existente y la facilidad con que pueden contagiarse de determinadas zoonosis las personas.
España es uno de los países con mayor consumo de antibióticos en salud humana y animal. En este último ámbito sanitario, al inicio de la aplicación del Plan Nacional se cuadriplicaba la media europea, sin que existieran razones epizootiológicas que los justifiquen, aunque gracias a su aplicación y a prácticas responsables se logró reducir su uso general un 32 por ciento entre 2014 y 2017.