Javi Baraja está completando una gran temporada al frente del Real Valladolid Promesas. Su escuadra ha acabado cuarta, jugará el playoff exprés de ascenso a Segunda A y muchos de sus jugadores han crecido y ya se asoman al primer equipo. El vallisoletano se ve con opciones en ese playoff y asegura, en una nueva edición de #ConversaCon de Estrella Galicia,  que "el ascenso sería algo histórico para la entidad".

"Creo que hay opciones, que el equipo tiene sus posibilidades en el formato del playoff de este año. Y con la ilusión de poder rendir al nivel que hemos dado este año, seguro que tendremos opciones de pasar de ronda", asegura un técnico que tiene buenas sensaciones y que quiere que los suyos mantengan la ilusión por hacer algo grande. "El objetivo era estabilizar al equipo en Segunda B tras varios años salvándose en las últimas jornadas. A medida que los jugadores fueron creyendo fue cambiando, llegando al playoff. Y ahora con las miras de conseguir un ascenso que sería histórico para la entidad", remarca.

Esta semanas, cinco integrantes del filial están con el primer equipo. Baraja sabe que el salto es grande pero no descarta ver a más el año que viene: "Me gustaría decir que muchos, pero el salto es muy grande. Es cierto que hay jugadores con un proceso madurativo más avanzado que otros y podrían aparecer en breve en el fútbol profesional. Ojalá sean muchos. La plantilla es muy buena y esperemos que el año que viene veamos a muchos en Primera o en Segunda, y, a poder ser, en el Real Valladolid".

El debut

El técnico reconoce que ha vivido muchos buenos momentos en la entidad, tanto como jugador como entrenador: "Como jugador conseguí realizarme, jugar en el equipo de mi ciudad y ser capitán. Ahora se me presentan retos importantes como entrenador, es otro plano diferente. Me gusta mucho entrenar y estar en el verde, y el Valladolid me está dando está oportunidad, que la estoy disfrutando". Y de todo se queda con varios: "Con el debut, por lo que significó, contra el Deportivo de la mano de Pepe Moré. Y momentos como los ascensos y situaciones personales que me han hecho sentirme diferente por vestir la camiseta del Real Valladolid".

Baraja reconoce que este año ha apostado más por el 4:4:2, pero que se amolda en función de los jugadores y a veces del rival: "Dentro del modelo ideal, tratamos de amoldarnos a las dos circunstancias. Aunque lo más usado con el promesas es el 4:4:2". Y apunta a un aspecto, el mental, tan importante como otros en el fútbol: "Me considero un entrenador que trata de tener un equilibrio en todas las facetas que tiene que controlar. Lo táctico y lo técnico es importante, con equilibrio con lo físico, pero sin lo psicológico y emocional creo que los chavales rinden menos. Hay que llegarles más allá de lo meramente futbolístico para que ellos puedan trabajar en el campo lo más liberados posible a nivel mental".