Derrota con gol en propia meta y polémica por el VAR

M.B
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El Real Valladolid ha cedido por la mínima (1-0) en el Wanda Metropolitano con un gol de Joaquín en propia meta y un penalti por mano del colchonero Arias que Melero López decidió no señalar tras verlo en el vídeo arbitraje

Derrota con gol en propia meta y polémica por el VAR - Foto: Ballesteros

El Real Valladolid ha caído derrotado en su visita al Wanda Metropolitano por la mínima y, de nuevo, con el VAR como protagonista en su contra.

Los blanquivioleta, en un buen encuentro ante todo un segundo clasificado, como es el Atlético de Madrid, solo han cedido con un gol de Joaquín en propia meta en el minuto 66 y con esa polémica con el VAR al no pitar el colegiado del encuentro, Melero López, un penalti en la recta final por una claro mano de Arias a remate de cabeza de Calero. Oblak ha evitado el empate de los blanquivioleta en la última acción del choque, a tiro cruzado de Miguel.

Los blanquivioleta siguen fuera del descenso, a expensas de lo que haga el Girona, pero hoy han vuelto a dar la cara ante uno de los 'grandes'. Sergio recuperó finalmente a Calero para el encuentro. El de Boecillo estaba entre algodones y pudo salir de inicio en un once sin novedades. El comienzo tuvo como mal presentimiento una amarilla a Moyano en la primera acción, en un pase corto de Míchel que recuperó Lemar, al que el capitán tuvo que parar en falta. La tarjeta pareció rigurosa, pero el colegiado quería poner el listón alto, como se vio en otra acción casi seguida de Godín sobre Alcaraz, en la que el uruguayo también fue amonestado.

Pero lejos del tema reglamentario, el deportivo estuvo marcado por una primera contra de los blanquivioleta, que comenzó Waldo por su banda tras una recuperación y que culminó Guardiola con un gran zapatazo que se encontró con la estirada de Oblak, evitando el 0-1. Era el minuto 8 y el Pucela dejaba claro que podía ser dominado, pero que no iba a renunciar al ataque.

De hecho, tras una acción entre Morata y Griezmann, con lanzamiento del francés fuera, llegó un periodo en el que el Atleti tuvo la posesión con claridad. Los blanquivioleta trabajaban defensivamente en bloque, sin fisuras o con pocas. De nuevo Griezmann lo intentó en el 20, de falta directa, pero esta vez el que voló fue Masip, mandando el cuero a saque de esquina. Los de Sergio sufrían más por no tener la posesión que por las oportunidades de un rival que quería ganar para meter presión al Barcelona.

La recta final de la primera parte estuvo más igualada. Los pucelanos empezaron a tener el balón y cuando no lo tenían buscaban las contras, como en otra en la que Guardiola volvió a buscar puerta escorado, parando abajo Oblak.

Así se llegó al descanso, con ese 0-0 inicial y mucho por jugarse.

La segunda no cambió mucho el guion. De hecho, el Pucela salió mejor y controló los escasos intentos de un Atlético que vio cómo su entrenador, Simeone, movía fichas. Metió a Rodri y a Correa para dar más movilidad, aunque la defensa blanquioleta mantuvo el tipo. Como en la primera acción de peligro de los locales, en la que Calero le quitó el balón a Griezmann cuando éste se disponía a disparar. Los pucelanos respondieron con un remate de cabeza alto de un móvil Guardiola. Habían pasado 20 minutos y parecía que el Pucela podía puntuar en el Metropolitano. 

Pero la mala suerte blanquivioleta se alió con los colchoneros, en una buena acción de Saúl, que acabó centrando con fuerza y que se encontró con un inesperado remate de Joaquín sobre su propio arco. El defensor, desequilibrado tras un empujón de Griezmann, vio tarde el balón e impactó queriendo despejar, pero metiendo el balón dentro de la portería de un sorprendido Masip.

El mazazo, uno más en lo que va de Liga, enrabietó al Real Valladolid, que se fue a por el empate, sin importarle ya nada más. Hasta su técnico apostó por otro delantero, Miguel, por un Óscar Plano que tuvo el empate en un lanzamiento buscando la escuadra izquierda, pero que se encontró de nuevo con Oblak.

La recta final fue un monólogo de los blanquivioleta, con dos acciones clave. La primera se saldó con la polémica con el VAR. Calero remató de cabeza un centro al área de Míchel Herrero y el cuero se fue a córner, con la petición de mano de todos los jugadores del Real Valladolid. La repetición no deja lugar a ninguna duda, el remate de Calero, que va a puerta, da en la mano de Arias, que tiene el brazo desplazado hacia arriba. Melero López decidió ver la jugada en el monitor y no pitó penalti. Una más.

Aun así, el Pucela no se rindió y tuvo otra más. Miguel cazó un balón suelto, cruzó con fe pero de nuevo Oblak evitó el gol y lo que hubiera sido un justo empate.