'El Pequeño Nicolás' niega que fingiera ser una autoridad

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El joven, que alega problemas mentales, está acusado de hacerse pasar por un enlace entre la Casa Real y el Gobierno, por lo que le piden siete años de prisión

‘El Pequeño Nicolás’ niega que fingiera ser una autoridad - Foto: Isabel Infantes

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como El Pequeño Nicolás, declaró ayer, en el juicio que se celebra en la Audiencia de Madrid por el viaje que efectuó en 2014 a Ribadeo, en el que se habría hecho pasar por un enlace entre Casa Real y Gobierno, que su objetivo era aparentar que era «una persona importante», pero no una autoridad oficial. «Quería tirarme el pisto», subrayó.

El joven, de 27 años, que se enfrenta a siete de cárcel y a una multa de 81.000 euros por presuntos delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho activo, contó que su única intención era impresionar al presidente de ALSA, Jorge Cosmen, con quien había programado una reunión que tuvo lugar el 13 de agosto de 2014 en el Club Náutico de Ribadeo. «Lo que yo quería era tirarme el pisto con el empresario y hacer un viaje pomposo», justificó.

No obstante, incidió en que «nunca» pretendió fingir que era una autoridad, aclarando incluso al fiscal que le interrogaba que el cargo que le imputa haber usado, enlace entre Casa Real y Gobierno, no existía. Y lo sabe, explicó, porque en esos años «estaba al corriente del organigrama del Estado».

A lo largo de su intervención, El Pequeño Nicolás aludió varias veces a su «inmadurez» de aquella época, haciendo hincapié en que solo tenía 19 años. Preguntado sobre cómo valora hoy lo ocurrido, contestó tajante: «Un despropósito». A este respecto, tanto él como su abogado pusieron de relieve que sigue un tratamiento psiquiátrico con medicación por diferentes trastornos.

De acuerdo con Fiscalía, El Pequeño Nicolás habría contactado con un policía municipal de Madrid para que le ayudara a aparentar el carácter oficial del viaje, con su presencia como escolta y con el uso de rotativos luminosos, aparatos de transmisión y pinganillos que habría extraído de Comisaría. 

Este agente, que puede pasar cinco años y medio en la cárcel, declaró que al joven le conocía de haberle visto en «multitud de actos».  «No era el friki que aparenta».