El presidente del Consejo Consultivo de Castilla y León, Agustín Sánchez de Vega, insistió en la idea trasladada ayer en su comparecencia ante las Cortes regionales de “adaptar la Ley de Instituciones Propias” de la Comunidad para “mejorar la autonomía” del Consultivo. Una petición que reiteró tras el relevo que se produjo ayer en la Secretaría General de apoyo a las instituciones propias con la llegada de José María Zarzuelo en sustitución de José Ignacio Sobrini.

Sánchez de Vega reconoció así que su visión es “diferente” a la planteada en la Ley de las Instituciones Propias sobre la función de la Secretaría General de apoyo porque “el Consejo Consultivo no debe depender de ningún órgano”, puesto que asumen “competencias de manera autónoma del Consejo del Estado para servir los intereses generales de Castilla y León”.

Por ello, consideró que el Consejo Consultivo “no debe mantener una línea de contacto diario y permanente con las Cortes” y, así, incidió en su idea de “revisar la Ley de Instituciones Propias” y hacer “una adaptación técnica de esa Ley” con el objetivo de “mejorar en autonomía”.

Y es que, según Sánchez de Vega, “no tiene sentido que, dentro de nuestro presupuesto para modificar plazas o sustituir nuevas, lo tenga que aprobar el presidente de las Cortes”. “Es como si la presidenta de las Cortes generales autorizase al Consejo de Estado a cambiar un puesto por otro, no tiene sentido”, sentenció.

Mencionó también, en ese punto, la cuestión de los expedientes sanitarios, donde recordó que si el Consejo Consultivo quiere solicitar la intervención de un especialista en materia sanitaria “tiene que autorizarlo, excepcionalmente, el presidente de las Cortes”, lo que Sánchez de Vega consideró “una disfunción enorme”. “Por eso ayer planteaba este tipo de casos que, desde el punto de vista de la estructura de la Comunidad, hay que solventar y corregir”, concluyó.