La experiencia de Yunis Camejo

D.V.
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La cubana del Aula Alimentos de Valladolid ya pasó por algo similar, el confinamiento, pero además como paciente por enfermedad de dengue el pasado verano

La experiencia de Yunis Camejo

Los deportistas de Valladolid, como los del resto del país, siguen confinados en sus domicilios, tratando de mantenerse en forma para conservar su estatus de élite. La mayor parte de ellos, con un protocolo rutinario físico y mental elaborado por sus entrenadores y preparadores y entrenadores, con quien en muchos casos establecen comunicaciones por videoconferencia.

Uno de los casos que puede ayudar a muchos estos días es el de Yunis Camejo, pivote del Aula Alimentos de Valladolid. La cubana instan a la sociedad a afrontar esta situación de confinamiento con paciencia. No en vano, ella ya pasó por algo similar, pero además como paciente por enfermedad de dengue. Fue durante el verano pasado, cuando finalizaba el Torneo Panamericano con su selección en Perú. Tras disputar y ganar el partido por el bronce contra Estados Unidos comenzó a notar dolores. “Con la victoria, yo lo achaqué al estrés cuando estaba en el hotel”, rememora.

Pero al llegar a Cuba informó en el aeropuerto y la hicieron una revisión, en la que se concluyeron “síntomas de dengue”, con lo que la aislaron en cuarentena. Al día siguiente ingresó en el hospital de Pinar del Río, de donde es originaria, y al cuarto, los análisis dieron positivo. “Pasé unos 15 días con mucha fiebre, que no se quitaba con nada. Allí estuve hasta que todo pasó y me volvieron a hacer los análisis, sin fiebre, dolores en las articulaciones y demás. Y sin contacto con nadie y los sanitarios”, explica casi un año después.

“Hacemos ejercicios basados en un planing que nos pasa el club; pero además otras cosas para mantener la energía. A mi me gusta la música y el baile, que son mi vía de escape y ánimo”, relata la jugadora cubana, a quien su condición de monitora de zumba le ayuda mantenerse en forma. Sin embargo, no esconde que echa de menos el balón, “pero sobre todo las relaciones interpersonales”. “Como me siento bien en Valladolid, pues echo de menos ese carácter con el que enfrentamos todos los días y las indicaciones del entrenador. En casa sientes que te falta algo”, sostiene a Ical.

Este parón por el estado de alarma ocurre en un periodo de la temporada en el que su club se encontraba en gran momento. “Es una lástima porque estábamos en plataforma de ambición y habíamos logrado estar bien en las tres competiciones: Liga, Copa de la Reina y el torneo europeo, pero seguimos animándonos entre nosotros por whatsapp y tenemos fe en que llegue la normalidad”, asevera Camejo, un escenario cada vez más complicado y lejano ante la dificultad de celebrar lo que resta de temporada.