Aunque hasta la próxima semana no habrá datos oficiales sobre el cierre turístico del año, con las cifras y la tendencia de los once primeros meses ya se pueden sacar algunas conclusiones. Como en otros sectores, la recuperación no ha sido tan rápida como se esperaba y tampoco el turismo ha logrado volver a la favorable situación existente antes de la pandemia. A pesar de haber ganado un 65 por ciento de viajeros respecto al primer año de la covid, el pasado ejercicio aún se queda lejos de los 700.000 visitantes que llegaron a la capital y provincia durante 2019. Por lo tanto, este es el objetivo que administraciones públicas y sector privado deben marcar en rojo en este inicio de año para volver a la senda del éxito que Valladolid había conseguido alcanzar en los últimos años con diversas y potentes iniciativas que le han convertido en uno de los principales focos turísticos de la mitad norte de España.
Tras el análisis detallado de las principales magnitudes, algo que hace Óscar Fraile en las páginas de este periódico, se aprecia que necesitamos el turismo extranjero para continuar en la línea ascendente en número de viajeros y pernoctaciones que mantenía la provincia vallisoletana hasta 2019. Realmente el salto había sido importante desde los poco más de medio millón de visitantes que llegaban en 2012 y 2013 hasta los más de 700.000 que desembarcaron en la capital vallisoletana en el último año vivido con normalidad. Recuperarlo no será fácil, pues hemos regresado a cifras de principios de siglo (2002 - 2003), pero hay recursos, patrimonio y financiación suficientes para volver cuanto antes a liderar los destinos de interior.
Precisamente estos días se está celebrando en Madrid la Feria Internacional de Turismo (Fitur), un escaparate en el que Valladolid está mostrando una amplia gama de productos en torno al mundo del vino. El sector vitivinícola es un recurso potente con una oferta imbatible en la capital y provincia, donde se suman hasta cinco denominaciones de origen de las más importantes del país. Las rutas del vino han tenido una evolución ascendente en la última década, donde las bodegas ya contemplan el enoturismo como una línea de negocio, a lo que se une la hostelería, la restauración y la venta de productos gastronómicos. Los proyectos municipales en torno a la cocina y al vino han convertido a Valladolid en una referencia española y en muchas ocasiones mundial, pero no por ello está todo hecho y se continúan buscando espacios que prestigien aún más y especialmente que ofrezcan a los visitantes experiencias nuevas en torno a los caldos de Ribera del Duero y Rueda, las dos principales D.O. junto a Cigales, Toro o Tierras de León. Iniciativas como la del centro del vino en el Patio Herreriano o la de Las Catalinas pueden aumentar el poderío y la amplitud de oferta para atraer a un público, nacional o extranjero, con alto poder adquisitivo y con un gasto importante en sus actividades vacacionales o de fin de semana.
La provincia también cuenta con un potencial interesante en este sector. El Museo Provincial del Vino es solo uno de los atractivos, ya que las zonas de Ribera del Duero y Rueda  cuentan con decenas de bodegas visitables, hoteles con encanto y restaurantes que sacan el máximo provecho a los productos de la tierra. Especialmente destacable es la iniciativa alrededor de 'La milla de oro', un territorio de unos 30 kilómetros que pretende convertirse en «referencia española del enoturismo» aprovechando la presencia de las más prestigiosas bodegas de Ribera, varias con alojamientos de lujo y tres de ellas con una estrella Michelin en sus restaurantes. Ahí se busca un turismo de excelencia con un elevado potencial internacional, que disfrute de sensaciones, paisajes y experiencias que no encontrarán en otros lugares.
Se me acaba el espacio y podría seguir escribiendo sobre los excelentes recursos y atractivos de la capital y provincia, pero no se 'vende' solo y lo importante es trabajar para darlos a conocer y atraer viajeros nacionales y extranjeros, algo que seguro volverá en cuanto la covid lo permita.